Francesc Ferrer, Dr. ingeniero agrónomo, con casi diez años de experiencia en monitorización del riego, sondas y servicio de apoyo y consultoría, explicó la tecnología de sondas y sensores, que tienen la garantía de la empresa americana Decagon Devices, un referente en el sector.

     “Gracias a las sondas de humedad del suelo podemos determinar si estamos haciendo un uso eficiente del agua de riego y contestar a preguntas tan importantes como si debemos regar una o más veces al día, si los riegos son demasiado largos o cortos, o incluso si se pueden alternar riegos. La experiencia y los ensayos puestos en marcha por nuestros laboratorios confirman que se pueden alcazar ahorros de entre el 20 y el 40%”, asegura Ferrer.

     Jorge Zerolo explicaba que “cuando no medimos las necesidades de agua del cultivo solemos regar en exceso, perdiéndola en profundidad, algo que no detecta normalmente el agricultor. La mejora de la producción es pues el principal beneficio de esta tecnología de medición, ya que en perfectas condiciones de humedad, el desarrollo de la planta es óptimo. Además permite un ahorro de agua e influye decisivamente en una mejor respuesta de la planta ante plagas y enfermedades por una mejor fertilización unida normalmente a este sistema de gestión”.

     Zerolo augura un futuro muy prometedor de estas tecnologías en la agricultura canaria “Se trata de adelantarse al futuro. No solo es una cuestión económica, son tecnologías muy interesantes medioambientalmente. El agua es un recurso limitado y, por tanto, se debe hacer un uso lo más racional posible de ella”.
Las sondas instaladas finalmente proporcionarán los datos registrados (humedad, dosis de agua aplicada en cada riego, salinidad, temperatura etc.) de modo continuo, conociendo a tiempo real todos los valores.

     Las sondas se conectan físicamente a un registrador de datos (“datalogger”) que, dependiendo del modelo, ofrecerá los datos in situ, siendo necesario conectarse mediante un ordenador portatil para su descarga; o vía gprs volcados a un servidor, pudiendo consultarse a distancia a través de un ordenador o dispositivo móvil.
Solo mediante una correcta interpretación de los datos se puede optimizar el agua de riego, de ahí la importancia del servicio de asesoramiento posterior a la instalación de los equipos.
Jorge Zerolo avanzó también los interesantes resultados de un ensayo realizado con esta tecnología de medición en una explotación de platanera en Las Galletas (Arona), los cuales han permitido registrar ahorros de un 30% de agua. “Tras un análisis de los datos arrojados por las sondas instaladas, pudimos deducir que se optimiza el riego fraccionando la dosis diaria. Constatamos que el suelo no era capaz de retener todo el agua en un único riego, por lo que la sobrante se perdía en estratos inferiores”.
Este sistema de sondas de humedad es idóneo cuando partimos de un buen diseño del sistema de riego existente en el cultivo y tenemos la posibilidad de ajustar la dosis y frecuencia de riego.
La inversión necesaria para instalar una estación de medición oscila entre los 600 y los 2.200 €, dependiendo de la tecnología elegida.

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