EFE.- Esta ayuda, facilitada desde 2008, se ha destinado a la mejora de la raza, pero también de las instalaciones y de la mejora genética, según ha explicado hoy la consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, Silvia Clemente, en una visita a un cebadero de esta IGP situado en Riocabado (Ávila).

La consejera ha destacado, en declaraciones a los medios, el modelo que sigue la IGP Carne de Ávila como «ejemplo» que sigue la carne «de calidad» de Castilla y León, la comunidad que cuenta con el mayor número de cabezas de vacuno del país, con el veintidós por ciento del total y cerca de un millón de cabezas de vacuno.

Tras Salamanca, que registra el mayor número de explotaciones, las casi 3.000 explotaciones de vacuno de carne de Ávila la sitúan como la segunda provincia en este sentido, ha detallado.

Clemente ha recordado la producción que registran los 15.000 ganaderos de vacuno de carne existentes en Castilla y León, que se sitúan, además, en zonas «muy adecuadas», adehesadas, situadas en el suroeste de la Comunidad, lo que da lugar a unas condiciones «excepcionales» para la carne que sale al mercado.

En este trabajo ha sido, a su juicio, de gran «importancia» la colaboración público-privada, de la mano de soportes ligados al sector agrario, como la Cooperativa Alta Moraña, que gestiona el cebadero que hoy ha visitado la consejera, o la cooperativa de comercialización, que da salida al producto envasado que finalmente llega al consumidor y que Silvia Clemente también ha conocido hoy.

En este marco, Castilla y León, ha incidido, se ha convertido en la comunidad con una mayor superficie destinada a los pastos de la raza avileña-negra ibérica, además de contar con 34 de las 36 industrias transformadoras, hasta el punto de que ninguna otra raza autóctona ha alcanzado el volumen de producción y comercialización de carne de calidad en la Comunidad.

Esta situación se quiere llevar a otras figuras de calidad, en el marco del Programa de Desarrollo Rural 2014-2020, en proceso de información pública y que incluye apoyo a organizaciones de productores y a cebaderos calificados que puedan criar terneros nacidos de madres que han dado positivo en las pruebas de saneamiento en Castilla y León.

Estos cebaderos servirán de apoyo a la trashumancia, dado que el 85 por ciento de la que se realiza en Castilla y León se localiza en la Ávila.

Así, las explotaciones que la realizan, en las campañas de saneamiento, podrán mover su ganado en tres años sin tener que realizar las pruebas cuando ya las han superado, de modo que estas reses se podrán quedar en cebaderos calificados para poder cebar a los terneros.

La consejera ha destacado los acuerdos alcanzados en este sentido con Extremadura, validados por el Ministerio de Agricultura, que han sido un paso «importantísimo» ante el ahorro que supone en los costes de producción y su contribución a los valores medioambientales.

De la misma forma, la consejera de Agricultura y Ganadería ha resaltado el «gran esfuerzo» conseguido en la negociación de la Política Agraria Común (PAC), con ayudas de hasta 187 millones de euros para toda España, que «compensarán» la pérdida de los derechos de prima, porque «Europa había olvidado y dejado sin ayudas a la ganadería en los primeros borradores» elaborados de la PAC.

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