El ensayo ISCO, consistente en la eliminación por oxidación química in situ de los residuos de la fabricación de lindano en agua subterránea, “ha sido un éxito e incluso han superado nuestras expectativas”, tal y como ha señalado el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, quien además ha explicado que la técnica primero se probó en el laboratorio de forma satisfactoria y “la duda era saber si daría resultado aplicado sobre el terreno a escala real”.

El proyecto se pone en macha en 2014 con la planificación y el diseño de protocolos. Tras los resultados prometedores de los estudios y ensayos de laboratorio realizados años anteriores, era necesario valorar si la técnica de oxidación química mediante persulfato con activación alcalina resultaría igual de efectiva en condiciones reales, es decir, en el propio acuífero de Bailín.

Se ha comprobado que el ensayo ISCO ha reducido la contaminación del emplazamiento. Los resultados del ensayo han sido satisfactorios puesto que se ha alcanzado una destrucción del 99% en los residuos de HCH y del 95 al 99 % en el resto de residuos como benceno y clorobenceno.

Olona “los resultados del ensayo suponen un avance importante pero no es la solución al problema»

Asimismo, en el mes que ha durado el ensayo, se han destruido de 5,5 Kg a 6,3 Kg de contaminantes. Esta cantidad es equivalente a lo que se mueve, mediante el agua subterránea, por las grietas del estrato vertical de roca, en un periodo de unos 10 años.

Tal y como ha destacado Olona “los resultados del ensayo suponen un avance importante pero no es la solución al problema. “Es necesario seguir trabajando en técnicas complementarias en ese horizonte a 25 años que comprende una inversión total de más de 500 millones de euros”.

La directora de Sostenibiliad, Pilar Gómez, ha sido la encargada de explicar los trabajos de campo que han consistido en la inyección mediante sondeos en un medio fracturado (fisuras de la roca) de hasta 40 metros de profundidad, para realizar la reacción química en el agua subterránea que ocupa estas fisuras de roca.

El desarrollo de la técnica ha supuesto la destrucción por oxidación de la materia orgánica en un tramo a de unos 200 metros de estrato vertical de roca, situado a 500 metros del río Gállego y a unos 150 del barranco de Bailín. Gómez ha recordado que “se seleccionó esta zona por ser una de las zonas con mayor densidad de información y donde el agua subterránea se encuentra a una profundidad suficiente para que no se produjera flujo trasversal hacia el barranco de Bailín”.

De esta forma, se han inyectado unos 14 m3 de disolución de resultado y se ha recuperado prácticamente en su totalidad mediante sondeos de control situados aguas debajo de la zona de inyección.

El líquido bombeado se ha analizado y enviado a depuradora de filtro de carbono. La sustancia oxidante se va agotando según va destruyendo los contaminantes y la materia orgánica. Por lo que no se ha producido ningún efecto en el río tal como se ha comprobado en los sondeos de control situados junto al cauce del río Gállego.
Este ensayo que se enmarca dentro del proyecto Discovered Life ha contado con una financiación de 1,43 millones de euros, que asumen al 50% la Unión Europea y el Gobierno de Aragón.

Para la directora de Sostenibilidad “el siguiente reto es definir su aplicación a gran escala y abordar también los restos de fase residual densa adherida a las paredes de las fisuras de la roca”.

Una vez finalizado el ensayo, se han mantenido controles periódicos para estudiar la evolución de la calidad de las aguas subterráneas y poder valorar la viabilidad final como técnica de remediación global en Bailín.

Aplicar la oxidación química in situ a todo el estrato vertical rocoso de Bailín de unos 5 metros de ancho y unos 700 metros de longitud costaría de 7 a 10 millones de euros con una duración de los trabajos de unos cinco años.

El jefe de la Unidad para la descontaminación de lindano, Eduardo Calleja, ha sido el encargado de exponer el trabajo del ensayo de la técnica ISCO y ha destacado la progresiva eliminación de los residuos en el emplazamiento del barranco de Bailín.

La técnica ISCO supone un gran avance para combatir la contaminación subterránea de la zona del antiguo vertedero de Bailín. Sin embargo, dada la magnitud del problema, no supone la erradicación del lindano en la totalidad de las zonas que se ven afectadas.

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