Y es que en la incursión mercantil que apadrina el programa eQuaid se ha constatado una calidad  en cuanto a valores nutricionales de la leche que se extrae de las yeguas que toman alimento en latitudes superiores a los 800-1.000 metros de altitud. "De hecho, podemos catalogar la leche que obtenemos en tres categorías; la más alta en cuanto a la calidad corresponde a los animales que se alimentan en pastos de altura", comparte el responsable de la organización en base a la experiencia con la cabaña equina que gestionan en diferentes áreas del pirineo catalán y áreas adyacentes, según recoge L. Urdiales en www.diariodeleon.es.

    eQuaid se asienta sobre una estructura de carácter fundacional, que busca trasladar a mejoras en las líneas productivas, transformadoras y comerciales todos los avances que obtiene gracias a la investigación e innovación científica que implica a especialistas médicos de universidades y hospitales catalanes; hasta una decena de doctores en diversas disciplinas que tiene relación con los beneficios que aporta la leche de yegua al organismo (cardiología, microbiología, hematología o digestivo) forman parte del comité científico que avala esta labor. Otra parte, la transformadora, se implica en mejorar las líneas de presentación y comercialización del producto, que según su presentación se puede obtener en farmacias o espacios de alimentación. Se comercializa congelada, inmediato tras el proceso de ordeño, o tras someterla a técnicas de liofilización.

     En la expansión del producto, en España se toman los referentes europeos, donde existe una red productiva de medio centenar de granjas equinas dedicadas a la producción láctea. De un género que por su cotización en el mercado da a entender el valor que contiene: la leche de yegua alcanza precios de entre 10 y 60 euros el litro, según la calidad que defina por su obtención. La tarea difusora del producto encuentra fluidez por la composición, frente a otro tipo de leches; la humana incluida. La tabla nutricional de la leche de yegua tiene un contenido de entre 5 y 20 gramos de grasas por kilo, frente a los 40 de la leche de vaca; su valor energético oscila entre los 390 y 550 kilocalorías frente a las más de 700 que presenta la de vaca.

(Foto: Archivo supersastre.blogspot.com)

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