EFE.- En la campaña 2010/2011, el uso de combustible fósil (gas natural, gasoil y fueloil) por parte de las industrias transformadoras se situó en el 50,5 %, mientras que el uso de biomasa alcanzó el 38,11 %.

Además, un 9,28 % del combustible utilizado procede de cogeneración, que consiste en el aprovechamiento térmico de los motores, por lo que unido al porcentaje de biomasa, sumarían casi el 50 % de energía no fósil, cuyas emisiones no computan a efecto de gases invernadero, según los acuerdos del protocolo de Kioto, han destacado las mismas fuentes.

Los datos de AEFA precisan que en la temporada 2004/2005 el combustible fósil representaba el 81 % del total de la energía utilizada, mientras que la biomasa alcanzaba el 10,98 %.

Desde esa campaña y hasta la actualidad, que casi alcanza el 40 %, el uso de esta energía renovable ha registrado una tendencia alcista en este sector, con el 16,17 % en 2005/2006, el 19,76 % en 2006/2007, el 24,64 % en 2007/2008, el 33,03 % en 2008/2009 y el 33,17 % en 2009/2010.

En la campaña 2010/11, de las 73 industrias deshidratadoras de España, 19 han utilizado cáscara de almendra, 8 orujillo de aceituna, 4 granilla de uva, 2 astillas de madera y 1 pellets de cañote de maíz, por lo que en total 34 han utilizado biomasa.

En cuanto al coste de la biomasa, desde AEFA han asegurado que es más barata que el combustible fósil y que en cada zona se utiliza la que es más abundante y lleva menos gasto de transporte.

En este sentido, en la zona del Valle del Ebro optan por la cáscara de almendra, mientras que Andalucía y Castilla- La Mancha por el orujillo y la granilla de uva), si bien las mismas fuentes han destacado que, según el momento, el gas natural de red también es competitivo, aunque no los otros combustibles fósiles.

El combustible representa entre un 25 y un 30 % del gasto total de transformación.

Asimismo, han subrayado que el sector industrial español es muy competitivo por el "presecado" que realiza en el campo y por la climatología, ya que en muchos países de la Unión Europea la alfalfa tiene que entrar a la industria con humedades del 70 %, por lo que el consumo de energía es cuatro o cinco veces superior.

Los datos de los fabricantes detallan que en la temporada 2010/2011, el ahorro de energía calorífica por tonelada transformada ha sido de casi un 24 %.

En España, la principal zona productora de forrajes es Aragón, seguida de Cataluña, Castilla y León, Navarra, Castilla-La Mancha y Andalucía y en menor medida en Extremadura y Baleares.

Durante la pasada campaña, se sembraron en torno a 180.000 hectáreas, y la producción se incrementó un 5 %, hasta 1.825.000 toneladas.

 

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