Lynus Viñedos y Bodegas realiza este año por primera vez la vendimia nocturna en un intento de adaptar los sistemas a las nuevas circunstancias climáticas y a las necesidades del mercado internacional, que demanda vinos más frutales y aromatizados. Esta innovación se introduce para garantizar la calidad y la sostenibilidad de la producción. La bodega, perteneciente a la Denominación de Origen Ribera de Duero, está ubicada en Quintanilla de Onésimo (Valladolid). La técnica de recogida nocturna se comenzó a realizar en Francia y ya se efectúa en otras Denominaciones de Origen como Rueda, pero en Ribera de Duero “es poco frecuente, por no decir inexistente”, explica el propietario de Valdemonjas, el ingeniero agrónomo Alejandro Moyano.

Asimismo, Moyano, que anteriormente fue gerente de Abadía Retuerta, destaca que “de esta manera se evita coger uva muy deshidratada. La temperatura con la que se recoge la uva es inferior y las labores que se efectúan en la bodega son más fáciles y menos agresivas”. La vendimia en la Finca Valdemonjas -que linda con Vega Sicilia y que se elabora para Lynus- siempre se ha realizado de forma manual, pero además este año con la ayuda de linternas, las jornadas comienzan de noche, a las 6 de la madrugada y terminan a las 12 horas. De este modo, se consigue una temperatura de recogida de la uva que oscila entre los 3º C y los 15º C. “Con esta práctica buscamos una agricultura razonada y sostenible, pensada para obtener la uva con mejor calidad, con objeto de paliar los efectos del recalentamiento y conseguir que las plantaciones se ‘estresen’ lo menos posible”, asegura Alejandro.

En vendimias normales de día la uva puede llegar a bodega con más de 30ºC de temperatura. Vega Sicilia, por ejemplo, mitiga este fenómeno con una refrigeración en cámara previa a la vinificación. En biología el estrés es un factor externo que actúa sobre un organismo. Por ejemplo, los cambios en la temperatura o incluso la luz excesiva pueden conducir a una insuficiencia de los niveles de agua, lo que añade desequilibrios a las plantas. En el caso de Lynus se ha innovado con la puesta en marcha de la vendimia nocturna para intentar paliar de un modo sostenible el estrés de la uva producido por el calor.

La vendimia en Lynus Viñedos y Bodegas comenzó el 15 de septiembre y se prolongará hasta mediados de octubre. Los primeros días se ha recogido la uva para los vinos jóvenes, que solicitan los mercados más internacionales, en los que debe destacar la fruta y los aromas. Por otro lado, la vendimia más tardía dará pie a vinos con más potencia y complejidad.

Respecto a la vendimia de este año, Alejandro Moyano subraya que es “extraña porque, a su vez, este mes de septiembre es muy extraño”. El calor provoca que las plantas estén “muy estresadas”, se quedan “paradas” y la uva se está “pasificando”. Esta característica se produce porque como el suelo no tiene agua, la uva no consigue rehidratarse y, con el calor, los racimos más expuestos se van convirtiendo en uvas “pasas”. En resumen: “Una cosecha muy buena en cantidad, pero con el problema de la pasificación”.

Prácticamente todos los caldos de Lynus han obtenido medallas en las ferias del vino de más prestigio: París, Bruselas, Alemania, Shanghai, Madrid, Valladolid, etc. Además, este año la bodega cuenta con la colaboración del Lucca D’Attoma, que trabaja como consultor de enología en muchas de las bodegas más importantes de Italia. D’Attoma fue reconocido internacionalmente en diciembre de 2001, cuando Robert Parker incluyó a Lucca en su reconocimiento Wine Personalities of the Year. D’Attoma ha conocido la Ribera de Duero, invitado por Lynus Viñedos y Bodegas, y se ha mostrado impresionado por el potencial cualitativo del tempranillo en la Ribera.

Sobre Lynus Viñedos y Bodegas
Desde el año 2000, Lynus Viñedos y Bodegas busca siempre la “personalidad propia” de sus vinos procedentes exclusivamente de las uvas de sus viñedos. Los caldos Lynus destacan por los aromas con el objetivo de atender los requisitos de un mercado que demande elegancia antes que potencia. La bodega cuenta en la actualidad con una superficie aproximada de viñedos de 14 Ha (Tempranillo) en Quintanilla de Arriba (Valladolid) y de 0,6 ha en La Horra (Burgos). La voluntad de ser pequeños y el respeto a la tradición artesanal, sin rechazar la aportación de los nuevos conocimientos son sus señas de identidad.

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