La campaña del ajo español, que comenzará de nuevo a primeros de mayo, alcanzará las 260.000 toneladas este año, una cifra similar a la registrada en 2018 (263.520 t), según las primeras estimaciones de la Asociación Nacional de Productores y Comercializadores de Ajo (Anpca), que destaca que el ajo morado, con menor rendimiento que la variedad «spring», «ha ganado terreno de nuevo».

El director de esta asociación, Luis Fernando Rubio, se ha mostrado cauto, ya que la producción final puede oscilar según las condiciones meteorológicas de aquí a que finalice la campaña en julio.

Ha explicado que este año la superficie plantada ha aumentado un 2,9 % (27.091 hectáreas) y que el ajo morado, con menor rendimiento que la variedad «spring», «ha ganado terreno de nuevo» y supondrá el 50 % de la producción.

Castilla-La Mancha es la principal comunidad productora de ajo en España (18.582 hectáreas) y Albacete (8.500 ha), Ciudad Real (5.000 ha) y Cuenca (4.600 ha), las primeras provincias españolas dedicadas a su cultivo.

Andalucía, con 5.086 hectáreas, ocupa el segundo puesto, mientras que Castilla y León, con 1.726 ha, lo hará en el tercero.

Cabe recordar que en la última la reunión de la Mesa Nacional del Ajo, celebrada este miércoles 24 en Aceuchal (Badajoz), se coincidió en que «hay buenas expectativas para la próxima campaña del ajo, ya que a nivel de mercado se prevé que no haya apenas existencias al final de esta campaña; estas serán muy bajas, por lo que no tendremos el problema de los excedentes», así como que se espera un descenso de la producción en China respecto a las cifras de años anteriores, debido a que el país asiático tendrá menos superficie sembrada, «esta previsión de menos producción provocará menos presión en la próxima campaña a nivel mundial».

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