Señaló también que el Ejecutivo comunitario también podría tomar la iniciativa de presentar una propuesta, como hizo por ejemplo para el sector lácteo, aunque ha precisado que, con respecto al cultivo de viñas, ese objetivo "por el momento" no es su "primera prioridad".

   Además, indicó que si Bruselas presentara una propuesta legislativa, habría que hacer un estudio de impacto y el procedimiento sería más farragoso.

   Ciolos explicó a los ministros que, aunque algunos Estados miembros y organizaciones profesionales desean seguir con el régimen actual y otros prefieren abandonar el sistema, "una clara mayoría apoya un nuevo sistema de autorización de las plantaciones nuevas a nivel de la UE".

   Para ello, el grupo propone un sistema de regulación para todos los países y tipos de vino, basado en autorizaciones no transferibles, gratuitas y válidas durante tres años.

   Los Veintisiete se comprometieron en 2008 a eliminar los derechos de plantación del vino a partir de 2015, pero la situación del sector en los últimos años llevó a un amplio número de países (incluidos España, Francia, Alemania e Italia) a pedir a Bruselas la revisión de esos planes y el estudio de un sistema alternativo a la liberación total del viñedo.

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