Las reclamaciones provienen de la zona más exigente en prospección ambiental del río, en las que para una limpieza o un dragado de mas de 5.000 metros cúbicos se exige una declaración de impacto ambiental, lo que "limita mucho a la CHE", ha insistido.

"Cualquier particular puede limpiar el río"


    El presidente, quien ha afirmado desconocer las declaraciones sobre este contencioso, ha aclarado que la Confederación ha recibido una reclamación en relación con los daños y perjuicios del año pasado, causados por lo que ha definido como "una riada muy persistente en el tiempo".

    "Se plantea que somos los competentes pero esto no es exclusivo nuestro, cualquier particular puede limpiar el río", ha añadido en sus declaraciones a Efe.

    De Pedro cree que se han realizado numerosas actuaciones para proteger los municipios y ha considerado injustas las reclamaciones que acusan de pasividad a la Confederación, aunque ha reconocido que en determinados puntos existe "una sublevación del cauce".

    En este sentido, ha afirmado que la CHE está elaborando un plan estratégico medioambiental, "muy complicado de hacer", ya que a pesar de que se ha producido una sobreelevación del cauce, "demostrar ante unos científicos medioambientales que en el Ebro hay esa sobreelevación y que es necesario hacer una actuación contundente o permanente de limpieza no va a ser nada fácil".

    De Pedro ha señalado también que algunas de las reclamaciones de agricultores, "con la teoría en la mano", son de territorios que serían "de dominio público hidráulico", porque el cauce definido por la ley sería "la zona de desagüe del río en la crecida ordinaria".

    "¿Cómo vamos a indemnizar a particulares que están cultivando en campos que deberían ser dominio público hidráulico?", se ha planteado.

Temor ante las crecidas inevitables por el deshielo


    De Pedro ha declarado también que las inundaciones, según la directiva europea que se aplica, son "inevitables, un fenómeno natural de fuerza mayor", contra el que la Confederación solo puede trabajar por mitigar los daños.

    "Contra la naturaleza es imposible garantizar que vamos a frenar su evolución natural", ha aseverado. "Ahora hay gran cantidad de nieve en el Pirineo y los embalses bastante llenos, sería imposible evitar daños ante un fenómenos extraordinario", ha añadido.

    Sobre las 19.00 horas de hoy, el Ebro pasaba por la capital aragonesa con una altura de 4,17 metros y un caudal de 1.431 metros cúbicos por segundo, que irá en aumento hasta alcanzar los 1.466 metros cúbicos por segundo previstos en torno a las 6.00 horas de mañana.

    Esta será la segunda avenida ordinaria de este año 2014 y algo mayor que la primera, registrada a finales de enero y que tuvo un caudal máximo de 1.292 metros cúbicos por segundo a su paso por Zaragoza.

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