EFE.- Romero ha explicado, a preguntas de los periodistas, que el dragado en profundidad para aumentar el calado del canal de navegación del Guadalquivir y, en consecuencia, el tamaño de los barcos que atraquen en Sevilla sólo se puede autorizar cuando se cumplan estas medidas correctoras estipuladas en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de este proyecto.

El presidente de la CHG ha mostrado su extrañeza por que la Autoridad Portuaria de Sevilla, promotora del dragado, aún no haya presentado el proyecto técnico para esta actuación que, ha recordado, se debe ejecutar antes de diciembre de 2015 para no perder los fondos FEDER que la financian y habrá de que ser aprobada por la Junta de Andalucía, la administración competente en el estuario del Guadalquivir.

La protección de las márgenes del río ante las previsibles olas de más altura que generarán los barcos de mayor calado deben de abarcar desde Coria (Sevilla) hasta la desembocadura del Guadalquivir, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), y habrán de ser especialmente sensibles en las decenas de kilómetros de la margen derecha del río integradas en el Parque Nacional de Doñana.

Respecto a los arrozales, Romero ha recordado que el dragado aumentará la entrada de agua de mar en el Guadalquivir y, consecuentemente, la salinidad de sus aguas por lo que sería necesario dotar a las 124.000 hectáreas de arroz de agua dulce, captada río arriba, según lo previsto en un plan de modernización para ahorrar 124 hectómetros cúbicos al año, presupuestado en más de 280 millones de euros y con un plazo de ejecución hasta 2024.

El presidente de la CHG ha considerado "difícil" que el Puerto de Sevilla pueda compatibilizar esta fecha con la de diciembre de 2015, cuando finaliza el plazo para realizar el dragado con fondos FEDER, pero ha indicado que pueden existir otras fuentes de financiación para ambos proyectos.

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