"Pretendemos recuperar la actividad de antaño, volver a generar riqueza y empleo con nuestro suelo forestal y garantizar que el principal patrimonio del municipio -sus recursos y su paisaje- no esté tan expuesto al desastre que supondría un incendio", advierte el alcalde de Bicorp, Fernando Ruano.

     Por este motivo, el consistorio ya ha iniciado los contactos para lograr financiación -fundamentalmente a través de fondos comunitarios y/o autonómicos- con la que posibilitar que la planta transformadora comience a levantarse a finales de este año o principios del que viene sobre unos terrenos ya reservados próximos al casco urbano.

La comercialización podría situarse en unas 4.000 toneladas al año

     Ingelia, por su parte, se encargará del diseño y de la dirección de ingeniería de la planta y asumirá la comercialización del black pellet que ésta produzca, que se estima podría situarse en alrededor de 4.000 toneladas al año. "Produciremos biocarbón y según el precio de mercado que éste alcance podremos en un futuro revisar las condiciones del suministro o dedicar en condiciones ventajosas parte de la producción de black pe-llet a los circuitos locales- Podremos procesar todo tipo de restos, no sólo el tronco, sino las copas de los árboles o incluso el sotobosque y se generará empleo porque contratar¬mos instaladres y operarios del municipio" explicó durante la reunión la directora de Ingelia, Marisa Her¬nández.

    El Ayuntamiento de Bicorp está interesado en que los residuos generados por la explotación sostenible de las 7.500 hectáreas de monte público (municipal y autonómico) sean procesados por la futura planta de Ingelia. A tal superficie se sumaría la aportada por buena parte de los vecinos propietarios del municipio -que suman otras 5.200 ha-.

     Para poder hacerlo, los propietarios habrán de acceder voluntariamente a realizar el inventario y la ordenación posterior de sus propiedades que acometerá durante los próximos meses la empresa Agresta S Coop., que se encargará de calcular el volumen de biomasa que es posible extraer de forma sostenible así como delimitar los otros usos (asentamientos apícolas, pastos, setas…) que se pudieran plantear así como las infraestructuras (caminos o aperturas de vías de saca) que sean necesario desarrollar para posteriormente presentar el proyecto a la Generalitat para su aprobación.

      En tercera instancia y más allá de los restos generados por tales prácticas silvícolas, el presidente de la Cooperativa El Progreso, José Serra, también manifestó en la citada reunión su interés en derivar las 200 / 700 toneladas anuales del orujo generado por la almazara de esta entidad (los restos de huesos de aceituna, piel, pulpa, agua derivados del proceso para extraer el aceite de oliva) para ser transformados.

      El black pellet resultante se usaría en una nueva caldera de biomasa que se instalaría para sustituir la hoy existente, que está alimentada por diésel. "Cerraríamos así el ciclo de reutilización y ganaríamos en sostenibilidad y eficiencia energética", explicó Serra.

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