La vinculación de su empresa con este tipo de iniciativas le ha llevado a que más del 30% de su plantilla esté formado por personas discapacitadas.

    Más de 400 asistentes han abarrotado uno de los salones del Hotel Ritz de Madrid, donde no faltó el glamour de personalidades de la aristocracia, la política, la cultura las finanzas o la moda, como Boris Izaguirre, Lucía Bosé, Carmen Lomana o Marina Castaño, viuda de Camilo José Cela.

    La subasta se ha desarrollado bajo la dirección desinteresada de Sotheby’s y presentada por el cómico Leo Harlem y la modelo Juncal Rivero, quien ha destacado a Efe la importancia de celebrar un acto solidario "coincidiendo con el Día Internacional de la Discapacidad".

    "Un capón no es una obra de arte, pero que haya personas que aporten tantos miles de euros por uno de ellos en favor de personas discapacitadas es maravilloso", ha dicho.

    La expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, que no ha faltado un año más a esta cita solidaria, ha comentado a Efe que le parece una forma "muy original" de recaudar fondos que financiarán cursos de integración laboral de seis discapacitados en la Universidad Autónoma.

    También ha alabado las bondades del capón relleno precocinado que pone a la venta la empresa palentina por Navidades, ya que es "muy cómodo" para las comidas familiares de estas fechas.

    El precio de salida por puja era de 200 euros, tras pagar una entrada de 30 euros que permitía participar en la subasta, en cuyas ediciones anteriores se recaudó un total de 400.000 euros que se destinaron íntegramente a actividades solidarias.

    En 2011 se recaudaron 39.500, algo inferior a lo de esta edición.

    Chipirón, Ciriaco, Cagraprisas, Procopio, Josemi, Tintorero, Bienhallado, Chupón, Fibrón y Vividor -este último elegido por votación popular a través de las redes sociales- aguardaron pacientemente y sin alboroto en jaulas a ser subastados. En caso de que su nuevo dueño lo desee, lo puede indultar en vez de cocinarlo para Nochebuena.

    Josemi recibe su nombre del cronista de sociedad Josemi Rodríguez Sieiro, vinculado además a la empresa Cascajares. "El mío es muy hermoso, y quien se lo coma es como si tomara parte de mí", bromeó, en declaraciones a Efe.

   Él mismo dirigió la subasta de su tocayo capón, ofreciendo 600 euros de salida. Finalmente se vendió en 2.200 euros.

    La Fundación Prodis, beneficiaria de esta iniciativa, es una institución sin ánimo de lucro, cuyo fin es alcanzar la máxima inclusión escolar, social y laboral de niños, jóvenes y adultos con discapacidad intelectual.

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