De hecho, asegura que, aparte de los cítricos que salen de las huertas de sus más  de 500 socios, están recurriendo a otros productores ecológicos para poder atender las exigencias de sus clientes.

    “En los países del centro de Europa se sigue consumiendo, fundamentalmente la naranja ecológica, por lo que podemos decir que no estamos notando la crisis, sino al contrario, se hace necesario recurrir a otras huertas para cubrir la demanda, que no ha bajado”, agrega el gerente de la empresa, que encara la recta final de una campaña que se desarrolla entre octubre y mayo.   

    Esta Sociedad Agraria de Transformación (SAT) mueve más de 20.000 toneladas de cítricos al año, las tres cuartas partes de naranja ecológica, lo que supone una facturación superior a los siete millones de euros. La mayor parte (80%) se destina a la venta en fresco. Otra parte se exporta como zumo a granel, mientras que un mínimo de la producción sí la envasan directamente. “Hay demanda suficiente para acoger a nuevos productores que se decidan por lo ecológico”, subraya el gerente.

    Creada en 1993 por iniciativa de una docena de pequeños agricultores del Bajo Andarax y con una superficie de apenas doce hectáreas y media de cítricos, esta organización decidió apostar por la agricultura ecológica. En estos momentos ronda ya el millar de hectáreas certificadas para la producción ecológica, repartidas por las distintas provincias de Andalucía y también por el Levante.

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