En julio de este año, cuando salió a la palestra esta denuncia y este conflicto, la compañía Bunge Ibérica hizo pública una nota en la que aseguraba que "aplica estrictos controles de calidad y seguridad alimentaria en todos sus productos y desmiente de manera categórica la información facilitada por UGT a este respecto". Asimismo, la compañía confirma que "en todo momento se han mantenido los estándares de calidad y seguridad alimentaria de sus productos acordados con sus clientes".

      En su comunicado, Bunge Ibérica, SAU, filial de la multinacional norteamericana líder en moltura de harina de soja para alimentación animal, destaca que "la calidad ofrecida por Bunge es la máxima atendiendo a las características de la materia prima disponible en el mercado que están condicionada por la cosecha y climatología de cada campaña agrícola".

     De la misma manera insiste en que "en todo momento se han mantenido los estándares de calidad y seguridad alimentaria de sus productos acordados con sus clientes".

      Sin embargo, ahora y a nivel interno y sindical, el directivo de la empresa deberá dar explicaciones por el presunto delito contra la libertad sindical.

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