El impago de las agroambientales con 3.000 afectados (se adeudan los agroecosistemas de 2012 y la zona desfavorecida, agroecosistemas, pastoreo, superficies forrajeras, girasol de secano e Indemnización Compensatoria) y otros 7,3 millones de euros correspondientes a ayudas a la alfalfa, ecosistemas e ICE y 1,3 millones por ayudas adeudadas como girasol, razas autóctonas, pastoreo, forrajeras, ecología y extensivas completan al capítulo de deudas pendientes.

    Una lista de espera para la que Meneses exigió el pago inmediato, en el caso de las ayudas pendientes, o retomar los planes, en el caso de las líneas de ayuda abandonadas como las de planes de pensiones y cese anticipado, seguros agrarios, formación, remolacha o planes de mejora que no se convocan desde 2011.

La situación de los jóvenes es "sangrante"

     “Es sangrante la situación de muchos jóvenes que se han acogido a expedientes de incorporación y modernización que se han visto obligados a acudir a créditos para suplir la falta de pago de la Junta y que se están arruinando y abandonando la actividad por esta causa”, lamentó. En este sentido, criticó el agravio que sufren los agricultores de Castilla y León respecto a los de otras comunidades donde sí están al tanto en el cobro de las ayudas.

     Tras recoger la queja de ASAJA, los representantes del PP reconocieron la deuda con el campo. Por ello, ASAJA pidió que se envíe una carta a cada afectado cuantificando la partida adeudada y comprometiendo fechas de pago.

     Durante este encuentro, el presidente de ASAJA solicitó la mediación de los representantes políticos para conseguir la autorización de la quema controlada de rastrojos como solución para las plagas de topillos y las fitosanitarias. Honorato Meneses explicó la envergadura del problema de los ratones, que ha provocado ya daños en 70.000 hectáreas de cultivos y pérdidas de muchos millones de euros que no serán compensadas en su mayoría.

     “La magnitud del problema de los topillos crece por días, las producciones que aún están en el campo corren peligro porque el daño va a ser mucho mayor de lo esperado”, significó.

     Igualmente calificó de “ineficaz” la gestión de la Junta, por no autorizar estas medidas en la época adecuada, y ofrecer un sistema de tratamiento “tercermundista”. “Es imposible controlar las plagas por las normativas actuales, que limitan el uso de productos y obligan a prácticas que favorecen la propagación de plagas, como son las restricciones en la aplicación de fitosanitarios o en determinados focos como son los arroyos y cunetas”, señaló Meneses.

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