La llegada de la primera patata temprana al mercado, que habitualmente eleva los precios frente a la de conservación, ha contribuido este año a incrementar aún más las ya altas cotizaciones y, lejos de solucionar el problema de escasez de oferta, se presenta con bajos rendimientos en las principales zonas productoras españolas.

    La caída en la producción de patata temprana se ha notado principalmente en Andalucía, con aproximadamente un 30% menos en algunos casos, según cifra Ruiz, con el consiguiente encarecimiento.

    Como ejemplo, según datos de Cooperativas, la patata francesa alcanzó los 520 euros por tonelada a finales de primavera, frente a los 190 de 2012 por las mismas fechas, y la patata temprana española ha llegado a 620 euros por tonelada, frente a los 250 o 300 de media en un año normal.

Una caída del 30% de producción en Andalucía


    En la misma línea se ha expresado el presidente del Club Ibérico de Profesionales de la Patata, Jose Luis Gómez, quien ha apuntado que el rendimiento medio en Andalucía este año se sitúa en unas 25.000 toneladas por hectárea, frente a las cerca de 40.000 de otras campañas.

    "Casi estamos más preocupados de tener producto que del precio", ha señalado, una escasez que a su juicio afectará más al mercado fresco que a la transformación, ya que los contratos de la industria se suscriben con antelación.

   Entre las zonas de producción temprana, Mallorca constituye una excepción, con una cosecha que se mantiene en el nivel de otros años, según ha indicado desde Asaja Joan Company.

    Ha recordado que, a pesar de algunos problemas por heladas, la recolección se desarrolla con normalidad, tanto en volumen como en superficie, con en torno a 1.200 hectáreas sembradas.

    La isla, que exporta anualmente entre 18.000 y 22.000 toneladas de patata, se encuentra en el ecuador de la campaña.

Con la vista puesta en la próxima cosecha de mediana estación


    El sector tiene la vista puesta más que nunca en la próxima cosecha de mediana estación, pero el mal tiempo de esta primavera ha hecho que se retrase, ya que el frío y la falta de sol ha ralentizado el desarrollo del tubérculo.

    Así, si en un año normal la recolección comienza a mediados de julio, este año no se prevé al menos hasta principios de agosto. Por todo lo anterior, los comercializadores prevén dificultades para satisfacer el suministro durante todo julio.

    Precisamente, el encarecimiento de la patata ha tenido una acusada repercusión en los últimos datos de importaciones hortofrutícolas para el primer trimestre, que esta semana publicaba la Federación Española de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), y que reflejaban un aumento del 21% en valor, pese a un ligero retroceso del 1 % en volumen.

    Fepex ya apuntó a las importaciones de patata en los tres meses citados como las principales responsables del repunte, que en su caso superó el 100 % en valor, y todo ello en un contexto de aumento del consumo de este producto, como han venido reflejando los últimos datos del panel que publica el Ministerio de Agricultura.

     De acuerdo con estas cifras, 2012 se cerró con un 3,1 % más de consumo de patata, tendencia que se mantuvo hasta marzo, último mes para el que hay datos disponibles. Francia es el principal origen de la patata que importa España, que representa cerca del 20 % del consumo.

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