ASAJA .- Un estudio elaborado por los servicios técnicos de las citadas entidades desvela que el valor de las pérdidas provocadas por los animales silvestres en la agricultura superó el pasado año los 10 millones de euros y que esa cifra –si no se pone remedio- se verá ampliamente rebasada durante la presente campaña porque las poblaciones de fauna salvaje que se alimentan de las cosechas se ha incrementando exponencialmente en los últimos tiempos, según han podido constatar de manera fehaciente los agricultores de las comarcas más afectadas por este tipo de plagas que, en cualquier caso, afectan a todo el territorio valenciano.

En las zonas más castigadas por este problema, es decir, Requena-Utiel (conejos, jabalís y cabras montesas), la Vall d´Albaida (conejos y jabalíes), L´Albufera (avifauna) o Alto Turia (ciervo, jabalí y cabra montesa) los representantes del sector agrario han venido celebrando reuniones estos días para abordar el asunto y las conclusiones a las que han llegado no pueden ser más alarmantes: la situación se encuentra –literalmente- fuera de control, la fauna silvestre campa por sus respetos causando todo tipo de desperfectos en los cultivos y, en consecuencia, resulta imprescindible articular y poner en marcha toda una batería de medidas que atenúen el terrible impacto que están teniendo los animales salvajes sobre la agricultura.

Ante el cariz que están tomando los acontecimientos, AVA-ASAJA, LA UNIÓ y Cooperatives Agroalimentàries CV han pedido por escrito a los máximos representantes de las administraciones con competencias en estas materia la celebración de una reunión para plantear y articular soluciones. “El tema se ha ido agravando un año tras otro –denunció el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado- porque las distintas instancias administrativas con competencias y responsabilidades en estas cuestiones no han afrontado hasta ahora el problema con la seriedad que merece. Así, que es preciso cambiar esta dinámica y tomar la iniciativa todos juntos y de manera coordinada. No podemos seguir así. Nosotros no nos oponemos a las políticas de protección de especies animales, pero si no se llevan a cabo de la manera adecuada los que vamos a terminar por extinguirnos somos los agricultores. Además, vamos a exigir que se actúe a nivel nacional porque el problema afecta ya a todas las comunidades españolas”.

Entre las medidas que el sector considera imprescindible adoptar figuran todas aquellas que impidan de manera eficaz la proliferación desmesurada de las poblaciones de animales salvajes, así como el establecimiento de compensaciones a los agricultores afectados bien a través de ayudas directas, bien mediante la ampliación del radio de cobertura del seguro agrario, cuya actual concepción resulta absolutamente insuficientes a la hora de cubrir los riesgos derivados de la presencia de fauna salvaje cerca de los cultivos.

Por su parte, Ramón Mampel, secretario general de LA UNIÓ de Llauradors, señala que “los agricultores valencianos están hartos de los daños que la fauna silvestre provoca en sus cultivos y es hora de que todas las instituciones y organizaciones implicadas en mayor o menor medida por este asunto se pongan de acuerdo para establecer las bases que posibiliten un control las poblaciones de estos animales que se incrementan progresivamente con el aumento de campos abandonados en buena parte de la Comunitat Valenciana”.

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