EFE.- La fauna que daña las cosechas y plantaciones de la Comunitat está centrada principalmente en los conejos, jabalíes, patos, muflones y cabras montesas, "que llegan a arrasar cosechas enteras destrozan infraestructuras e incluso pueden provocar hasta la muerte del arbolado", según AVA.

El valor de los daños es una estimación calculada conjuntamente por AVA, la Unió de Llauradors y la Federación de Cooperativas Valencianas en función de las declaraciones de siniestros registradas por los agricultores que cuentan con un seguro.

Según han explicado fuentes de AVA a EFE, "es muy difícil cobrar la indemnización" por las exigentes condiciones fijadas en los contratos de los seguros.

Para evitarlo, AVA-Asaja ha iniciado una campaña consistente en el reparto de instancias con las que los productores podrán dejar constancia en sus ayuntamientos de los perjuicios que han sufrido en sus explotaciones por esta causa.

De esta manera, la Conselleria de Medio Ambiente podrá decretar emergencias cinegéticas y emprender medidas excepcionales de caza en una zona de la que reciba suficientes informes.

El presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, ha apuntado que las licencias federativas de cazadores han caído un 46 por ciento durante las dos últimas décadas en la Comunitat.

Aguado ha resaltado la importancia de que los agricultores denuncien a las administraciones los daños objetivos sufridos porque, de este modo, "no podrán mirar hacia otro lado y tendrán que dar una respuesta efectiva".

AVA ha lamentado que hasta el momento "ninguna de las iniciativas políticas llevadas a cabo ha obtenido resultados mínimamente satisfactorios".

Actualmente la Conselleria tiene decretada la emergencia cinegética por superpoblación de conejos en las comarcas de Utiel-Requena y la Vall d’Albaida, pero este último año los jabalíes también se han adentrado en los arrozales de la marjal Pego-Oliva, "algo que nunca había sucedido hasta la hecha".

Esta zona se ha visto afectada además por las diferentes especies de aves protegidas del parque que se alimentan de las siembras de arroz, un problema que también se da en las plantaciones de L’Albufera.

"Los agricultores somos profesionales de la agricultura y no una ONG con vocación de alimentar con sus cosechas a la fauna silvestre, por lo que si las administraciones quieren un paisaje, deben saber que esa factura no la debemos ni podemos pagar los agricultores, sino que hay que asumirla entre todos", ha concluido Aguado.

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