Esto ha hecho que se hayan reducido las listas de perceptores o el volumen que estos ingresaban en concepto de subvenciones. Y es que la provincia ha perdido, en los últimos 30 años, entre un 50 y un 60% de su superficie cultivada, según las estimaciones de Fepac-Asaja.

    Según los datos que maneja la organización agraria, y que recoge Ramón Olivares Ruiperez en www.elperiodicomediterraneo.com, desde los años 80 a la actualidad han dejado de ser cultivables unas 140.000 hectáreas de la geografía provincial. Una cifra nada desdeñable, sobre todo si se tiene en cuenta que actualmente se le saca rendimiento agrario a entre 80.000 y 90.000 hectáreas.

Todos los cultivos, salvo uno, han perdido superficie desde 1982

   Y es que, según las estadísticas de superficie que maneja la Conselleria de Agricultura, todos los cultivos, excepto uno, han perdido superficie cultivada en la provincia desde 1982 hasta el 2012 (último dato confirmado). Así sucede por ejemplo con los naranjos (17.015 hectáreas cultivadas en el 1982 y 5.678 en el 2012); el viñedo (8.161 Has frente a 965); la almendra o la aceituna (aunque estos han perdido un poco menos que los otros); o todas las hortalizas (entre ellas destacan por ejemplo las judías verdes, antes un cultivo representativo de la Plana, con 2.192 hectáreas y que se han quedado en 271).

   Así las cosas, según las estadísticas de la Conselleria, el único cultivo que ha aumentado su superficie en la provincia en los últimos 30 años son las mandarinas, que han pasado de tener 16.970 hectáreas a 32.414. Pero, según las cuentas de las organizaciones agrarias esta cifra no se corresponde con la realidad, que cifran en torno a 18.000 hectáreas. Esto se debe a que no se ha contabilizado el abandono en los cítricos, señalan desde las organizaciones, y para ello solo hace falta fijarse en la producción, que ha ido a menos a pesar de los avances técnicos y sanitarios.

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