El objetivo de esta figura de protección es que se impliquen tanto las entidades locales como los propietarios privados que cuenten con terrenos y convertirlos en protagonistas de la conservación de la biodiversidad de la Comunitat Valenciana, ya que las reservas pueden declararse sobre terrenos de titularidad pública, previo acuerdo favorable del organismo gestor del mismo, o en los de titularidad privada, previa petición expresa del propietario, tal y como sucede con las Microrreservas de flora para la conservación de plantas", ha añadido el director general.

Nuevas Reservas de fauna

   El Barranc de les Passeres, en Vilanova d’Alcolea, tiene una superficie de 4,88 hectáreas y es de dominio público-hidráulico. La reserva del Riu de la Pobla tiene una extensión de 5,89 hectáreas y es también de dominio público-hidráulico.

   Ambas reservas se han declarado porque albergan valiosas poblaciones de anfibios como el Sapo común y el Sapo corredor, el galápago europeo, catalogado en peligro de extinción, y diferentes especies de libélulas.

Régimen de protección

   "Todas las reservas de fauna cuentan, además, con un plan de gestión en el que se establecen las medidas de protección y actuaciones concretas que pueden ser subvencionadas por Medio Ambiente, así como las limitaciones de uso de este espacio con el objetivo de garantizar una adecuada conservación, según ha recordado González.

   Para garantizar la conservación de estas especies prioritarias, se prohíbe, en las reservas, cualquier obra que implique demoliciones, excavaciones o cualquier otra que produzca modificaciones en el entorno, y en especial aquellas que produzcan ruidos o vibraciones en el en el territorio, así como vertidos de materiales o la alteración de la vegetación sin autorización.

   También se prohibe la captura no autorizada de cualquier ejemplar de la fauna silvestre, instalación de rejillas o cerramientos no autorizados por la Conselleria o incumplir limitaciones de acceso establecidas en la señalización.

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