La Guardia Civil sostiene que el menor de 4 años que murió de un disparo en la cabeza durante una montería de jabalíes en Guillena (Sevilla) estaba junto a su padre y su abuelo «colocado en su puesto de forma correcta, justo en la marca de señalización».

En esa parte del informe, al que ha tenido acceso Efe, se indica que el cazador imputado de homicidio imprudente, Luis A.G., «salió de su puesto de caza» y «subió hasta la zona más alta unos 25 metros de distancia de su puesto», tras lo cual «disparó en dirección contraria a la que tenía indicado disparar si hubiera estado en su puesto».

El disparo hacia la zona del puesto del menor «directamente ocasionó» la muerte a Aitor A.M. por el impacto de la munición en el niño, que «acompañaba a su padre y demás familiares» en el puesto de caza como observador, continúa el informe, en el que se aportan tres fotografías de la zona.

«El disparo mortal lo llevó a cabo Luis A.G., que debía ocupar el puesto número uno y que se había colocado fuera del mismo», concluye la Guardia Civil tras indicar que del puesto en el que estaba el niño parte «el rastro de sangre».

El informe desdice la primera versión del mismo dada por el abogado del imputado por estos hechos, Carlos Martín, y ubica al niño en una posición correcta dentro del puesto.

El informe consta de 35 folios, y es consecuencia de las más de seis horas que los agentes de la Guardia Civil estuvieron inspeccionando la zona del suceso el día del accidente.

El caso lo instruye el titular del juzgado de instrucción 16 de Sevilla, Juan Gutiérrez Casillas, y hasta el momento, el cazador, un arquitecto italiano, se encuentra en libertad provisional acusado de homicidio imprudente por estos hechos.

El suceso tuvo lugar el 19 de enero en el coto «La Lapa», del término municipal de Guillena, situado en las primeras estribaciones de la sierra norte de Sevilla.

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