El mayor distribuidor de jamón ibérico en España está siendo investigado por la Guardia Civil por un presunto fraude alimentario y por irregularidades en el etiquetado del producto, según informa David Placer en economiadigital.es.

Los agentes de Seprona de la Guardia Civil han visitado varios establecimientos Carrefour las últimas semanas para inspeccionar los jamones de Comapa, líder del ibérico en España con marcas como Sabores de Antaño, Oro de Granada, La joya del Jabugo y Aurum.

La Guardia Civil ha confirmado a este medio que desarrolla una investigación para perseguir el fraude alimentario en el jamón ibérico de bellota y las irregularidades con el etiquetado que se rige por la ley aprobada por el ex ministro de Agricultura Miguel Arias Cañete.

Un jamón de bellota de Comapa se vende en Carrefour por 195 euros cuando estos jamones suelen rondar los 300 euros

La unidad encargada del caso ha informado que el operativo forma parte de una investigación anual que desarrolla el cuerpo policial para detectar posibles fraudes.

La Guardia Civil habría visitado una treintena de establecimientos en varias localidades españolas para levantar actas sobre las irregularidades detectadas, según han informado a este diario fuentes cercanas a la investigación. Un portavoz del cuerpo policial ha ratificado que la investigación continúa en pleno desarrollo y que los resultados podrían hacerse públicos a finales de enero.

Comapa es un gran distribuidor de jamón ibérico que compra las piezas a pequeños proveedores de toda España que crían, engordan y sacrifican a los cerdos. La empresa se encarga de la curación y comercialización del producto. Los precios de los jamones de bellota investigados son imbatibles y se encuentran por debajo de otros productores. La pieza de siete kilos se vende en Carreofur por 195 euros cuando el precio de estos jamones suelen rondar los 300 euros.

De hecho, no es la primera vez que Carrefour se ve inmersa en un problema on la venta de jamones, ya que el pasado año Asaja Cuenca presentó una denuncia, en este caso, por una posible venta a pérdidas del jamón curado Sierra de Alpujarra, que tenía un precio de venta al público de 25 euros cada unidad.

Este diario ha llamado a la empresa para conocer si se han cometido irregularidades en la venta o en el etiquetado del producto. En un primer contacto, un trabajador del departamento de calidad reconoció que algunas piezas no contaban con los precintos que exige la ley para distinguir los tipos de jamones.

De acuerdo con la normativa, cada jamón debe ir acompañado de unos precintos de colores que determinan la categoría del cerdo en función de su procedencia (100% ibérico o cruzado) y de su alimentación (bellota o pienso). Estos precintos son conocidos en el sector como “bridas”.

El trabajador justificó la ausencia de los precintos por algún problema de manipulación posterior a la fabricación, pero explicó que la empresa nunca ha intentado vender un jamón barato como cerdo ibérico de bellota.

En una respuesta posterior, dos directivos de Comapa explicaron a este medio que no tienen constancia de la investigación de la Guardia Civil. Los directivos aseguran que la empresa ha cumplido con todos los requisitos exigidos por la ley y que en ocasiones los precintos de colores que certifican la autenticidad de las piezas pueden romperse o perderse. Pero eso –aseguran– no significa que la empresa esté cometiendo fraude.

(Foto principal: Alimarket.es  y archivo no relacionadas directamente con la noticia)

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