Además, ha destacado que la IGP ha servido para la conservación de dos razas autóctonas como la Asturiana de la Montaña y Asturiana de los Valles y para estructurar el sector cárnico asturiano desde la producción hasta la comercialización así como a fijar población en el medio rural y a posibilitar nuevas incorporaciones de personas interesadas en la ganadería de carne.

    En cuanto al proceso de reforma de la Política Agraria Común (PAC), la consejera ha considerado "imprescindible" para Asturias que se tenga en cuenta el modelo productivo vinculado a la superficie y al manejo de pastos permanentes para que la ganadería de la región tenga futuro.

    Así, ha asegurado que se está trabajando en que se reconozca este modelo de forma específica en las ayudas junto con compensaciones a las dificultades orográficas de zona de montaña, que son sostenibles desde un punto de vista medioambiental, y en que la disponibilidad de superficie de los montes comunales esté al servicio de los ganaderos y resulte un activo en la aplicación de la nueva PAC

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