Según Rubio, muchas plantaciones no pudieron realizarse hasta abril, fecha "límite para el desarrollo óptimo", aunque si en verano la temperatura es templada podría obtenerse una buena cosecha a mitad de septiembre.

     No obstante, los rendimientos podrían ser menores que el año pasado y la caída en producción podría estar por encima que la reducción de superficie.

     En la provincia de Albacete, la superficie sembrada se ha situado entre 4.500 y 5.000 hectáreas, no muy diferente a las 4.800 hectáreas de 2012, según explica el secretario provincial de Asaja, Jorge Navarro.

     A su juicio, aunque las lluvias han dejado algunas zonas "encharcadas", hay agricultores que están replantando y es posible que se puedan recuperar el cultivo.

     También en Jaén las precipitaciones han reducido el cultivo, además de causar problemas de enfermedades por hongos, lo que podría reducir la cosecha hasta un tercio con respecto al año pasado, en opinión del secretario provincial de COAG, Juan Luis Avila.

Desencanto del sector por los precios


    A la reducción de la siembra contribuyó también el "desencanto" de algunos productores con los precios de las últimas campañas, ha añadido.

     En Cuenca, el secretario general de UPA, Javier Moya, ha apuntado que el retraso en la siembra directa ha hecho que prácticamente se solape con el trasplante, y cree que la demora reducirá la producción en la provincia al menos un 20 % frente a un año normal.

    Por otra parte, ha indicado que este retraso en las grandes superficies puede resultar beneficioso para los pequeños agricultores.

    El sector considera que todavía es pronto para avanzar cómo pueda evolucionar la comercialización en lo que respecta a precios, en un producto muy volátil y que depende en gran medida de lo que ocurra en el mercado exterior, dominado por Países Bajos, que desde el puerto de Rotterdam realiza envíos a todo el mundo.

    Según ha recordado Rubio, en 2012 las exportaciones holandesas a los mercados asiáticos y otros nuevos destinos como Senegal superaron a las de ningún otro año, lo que permitió al producto español tener salida en los países europeos a precios rentables, una vez que se agotaron las existencias de la campaña anterior.

    De hecho, ha añadido, la producción se quedó corta para atender la demanda debido a la sequía, un problema que podría repetirse este año si los rendimientos bajan a causa, esta vez, del exceso de agua.

    La situación fue justo la contraria a la de hace dos años, cuando la sobreproducción de cebolla en toda Europa hundió los precios.

Pendientes de la exportación


    España exporta en torno a un 60% de la producción, en su práctica totalidad procedente de Castilla La Mancha, con Alemania e Inglaterra como principales destinos, a los que en los últimos años se han sumado otros como Libia, Emiratos Arabes o Brasil.

    En 2012, según los datos de la Federación Española de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), se enviaron más de 250.000 toneladas de cebolla a otros países, en más de un 90% dentro de la Unión Europea.

     Alemania y Reino Unido, con más de 80.000 y 75.000 toneladas respectivamente, supusieron aproximadamente dos tercios de las exportaciones dentro de la Unión Europea

×