EFE.- Este es uno de los principales datos de una encuesta realizada en los centros de atención primaria de toda España a más de 4.000 ciudadanos -un 40% hombres y un 60% mujeres, con una media de edad de 47 años- de los cuales un 24% eran ex fumadores, un 30% fumadores y un 46% no fumadores.

El trabajo, realizado por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), ha sido presentado hoy en rueda de prensa coincidiendo con la XII Semana sin Humo, que en esta edición se celebra bajo el lema "No sigas ese tren ¡Desengánchate!".

Según la encuesta, que pretendía pulsar la opinión de los ciudadanos sobre la nueva ley antitabaco, la mayoría de los españoles afirma ir igual o más a bares y restaurantes desde que se aprobó la norma.

Concretamente, el 70% asegura que acude igual, mientras que un 18% lo hace en mayor medida desde el pasado 2 de enero, unos datos, que según la doctora Ana Pastor, vicepresidenta de la semFYC, dejan claro que los augurios de los hosteleros no se han cumplido.

Un 36% de fumadores confiesa haber hecho algún intento por abandonar el hábito de fumar en estos cinco meses, un porcentaje mayor que el pasado año (36%) y que en 2009 (31%).

Los resultados ponen de relieve que la población percibe que la ley ha producido un beneficio en su salud, ha asegurado la doctora Pastor, quien no se ha mostrado a favor de ir más allá en la prohibición, pues se está en las "fases preliminares en la implantación de la ley".

Así, un 86% de los encuestados opina que la nueva normativa va a mejorar la salud de los ciudadanos y un 93% la de los trabajadores de la hostelería. También el mismo porcentaje considera que va a servir para proteger realmente a los menores del humo ambiental.

Además, un 66% cree que la prohibición ayudará a dejar de fumar y un 70% opina que disminuirá el número de personas que se inicien en el hábito del tabaco.

Casi uno de cada tres españoles (31,5%) cree que la ley se está cumpliendo totalmente y el 61,5% opina que se respeta bastante.

Un 74% de los ciudadanos asegura haber recibido consejo para abandonar el tabaco por parte de algún profesional sanitario cuando han acudido a su centro de salud, un 10% más que el año pasado.

Para el doctor Vidal Barchilón, coordinador de la XII Semana sin Humo y miembro del Grupo de Abordaje del Tabaquismo de la semFYC, se trata de un dato relevante y muy positivo, ya que supone que ha aumentado la conciencia entre los profesionales de la salud, que de manera "proactiva" ofrecen su ayuda.

La encuesta revela que el 71% de los fumadores cree que si se financiaran los fármacos para superar la adicción sería más fácil intentarlo.

No obstante, la doctora Pastor ha destacado que hasta el momento no existe evidencia científica que demuestre que la abstinencia se mantiene a largo plazo con un tratamiento, financiado o sin financiar.

La vicepresidenta de la semFYC ha explicado que un tratamiento farmacológico para dejar de fumar puede costar entre 150 y 350 euros, lo que significa que muchos fumadores pueden sufragarlo con lo que gastan en tabaco en unos pocos meses.

"No siempre hay que medicalizar la deshabituación tabáquica", ha señalado esta doctora, quien ha precisado que hay que analizar cada caso.

Entre los factores con más peso a la hora de que el fumador decida poner fin al consumo de cigarrillos, la encuesta refleja que el precio no sería especialmente disuasorio, ya que sólo un 14% lo considera un elemento clave.

En cambio, para un 59% el factor más importante sería el diagnóstico de una enfermedad grave asociada al consumo de tabaco, y para uno de cada cuatro, lo que más pesa es descubrir que el humo está teniendo un efecto claramente pernicioso en algún miembro de su familia.

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