EFE.- El director del PNUMA, Achim Steiner, llamó a perseverar en la «batalla quijotesca» de revertir «el drama» en el que se encuentran el alta mar y los fondos marinos.

«No puedes confiar en las fuerzas del mercado para defender algo que nos pertenece a todos. Hay gente que sería capaz de ir a buscar hasta el último atún que quedara en el mar», se lamentó Steiner en la primera Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA), que se celebra esta semana en la capital keniana.

El jefe del PNUMA llamó a la comunidad internacional a cumplir el Programa Marítimo Regional, el único marco legal vigente desde hace 40 años en asuntos marinos a nivel regional, suscrito por cerca de 150 países.

El príncipe Alberto de Mónaco se sumó hoy a la iniciativa liderada por la Comisión Océano Global de la ONU para salvar los océanos de la degradación que causa la actividad humana.

El príncipe subrayó, en una rueda de prensa, la necesidad de «poner la preocupación por los océanos en la agenda» medioambiental mundial, y agradeció los esfuerzos que en este sentido está realizando el PNUMA, organizador de la UNEA y que tiene sede en Nairobi.

«Con una población que va a pasar de 7.000 a 9.000 millones de personas en 2050, la amenaza sobre los océanos -incluyendo la contaminación, los recursos naturales, la sobreexplotación pesquera y el excesivo desarrollo costero- se va a intensificar», advirtió el príncipe monegasco.

Asimismo, animó a la comunidad internacional a avanzar hacia una «economía azul», consciente de que «no puede haber un desarrollo económico sin océanos productivos y resistentes».

En una entrevista con Efe, el expresidente de Costa Rica y copresidente de la Comisión Océano Global, José María Figueres, subrayó la urgente necesidad de actuar y de exigir «progresos específicos» a la comunidad internacional en un plazo de cinco años.

Figueres lanzó una advertencia: «El océano es un estado fallido hoy, necesita una importante y dramática intervención de la comunidad internacional».

Integrada por representantes políticos y sociales de diecisiete zonas geográficas, la Comisión ha elaborado un informe que detecta cinco causas principales del deterioro del alta mar -espacio marítimo que hay más allá de las 200 millas territoriales- y propone ocho acciones para «recuperar su salud».

La principal causa del «declive» es el rápido crecimiento de la población, con unas estimaciones de 9.000 millones de habitantes en el año 2050, y una exponencial demanda de la multitud de recursos que proporciona el mar.

Figueres propuso a los gobiernos el establecimiento de una «zona marítima libre» para permitir la regeneración de los océanos.

Las soluciones planteadas por la comisión incluyen la mencionada «zona marítima libre» y la inclusión de la defensa de los océanos en los ODS que la ONU definirá tras 2015 en sustitución de los Objetivos del Milenio para reducir la pobreza.

El refuerzo de los sistemas legales y la regulación de las actividades desarrolladas en el mar, la limitación de la sobreexplotación pesquera -sobre todo en el continente africano-, la reducción del vertido de plásticos o de las prospecciones gasísticas y petroleras son otras de las acciones urgentes para los próximos cinco años, según Figueres.

El impacto humano ha destruido el 20 por ciento de los manglares del planeta y el 30 por ciento de los fondos marinos, y amenaza al 60 por ciento de las poblaciones de coral, recurso que es fuente de riqueza para unos 850 millones de personas.

No en vano, cerca de 350 millones de puestos de trabajo en todo el mundo están vinculados a los océanos, y el 40 por ciento de la población mundial vive a un centenar de kilómetros de la orilla del mar.

El futuro de los océanos centró la penúltima jornada de la UNEA, el máximo organismo sobre esta materia que la ONU ha constituido en su historia y que celebra su primera sesión en Nairobi.

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