La compañía andaluza LA Organic fue una de las primeras oleícolas en valorar el decreto aprobado recientemente por el Consejo de Ministros, que prohíbe el uso de aceiteras rellenables en bares y restaurantes, una medida con la que el Gobierno, a su juicio, "apuesta definitivamente por la calidad en mayúsculas" del aceite.

    Gracias a esta normativa, la empresa oleícola confía en que se produzca una "repetición de pedidos, ya que antes encontramos en muchos casos que estaban rellenando nuestros envases", han añadido.

    La firma, productora de aceites de oliva virgen extra andaluces bajo los criterios de agricultura ecológica, remarcaba hace unos días, tras conocer la publicación de la norma, que el objetivo de la medida del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente obliga, además, al etiquetaje obligatorio de los envases en hostelería para evitar las posibles manipulaciones.

    Con ello, "ganamos todos: productores, consumidores y restauradores", porque "se evita el posible fraude, la degradación de la imagen del producto y el menoscabo de su calidad", explicaban entonces en un comunicado.

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