Ginés Mena / Efeagro

Los precios en origen del aceite de oliva se mantienen altos aunque todo apunta a que, si se confirma que las cosechas de la próxima campaña 2017-2018 serán superiores a la actual, se rebajarán las tensiones de mercado.

En la última reunión del Consejo Consultivo del Consejo Oleícola Internacional (COI) -que reunió en Lisboa a representantes de productores, consumidores, industria y comercio-, los analistas pronosticaron que las próximas cosechas «serán buenas» en la mayoría de los países olivareros si acompañan las condiciones climáticas. No obstante, en España persisten las incertidumbres por la sequía, lo que podría diluir estas optimistas expectativas.

Los precios siguen altos, pero ya no alcanzan los cuatro euros de hace algunas semanas

Respecto a la evolución de las cotizaciones del producto, la patronal de almazaras Infaoliva mostraba el jueves 8 que los agentes comerciales colegiados salían a compran vírgenes extra desde 3,87 euros/kg; vírgenes a partir de 3,77 euros/kg y lampantes con 3,72 euros/kg como punto de partida.

Por su parte, el Sistema de Información de Precios en Origen (POOLred) recoge del 2 al 8 de junio unas 52 operaciones de compraventa entre almazaras y entidades comercializadoras, por algo más de 5.000 toneladas y un precio medio de 3,91 euros por kilo.

Por categorías, el virgen extra cotiza a 3,96 euros/kg estos días; el virgen a 3,85 euros y el lampante a 3,83 euros por kilo.

Unos días antes, entre el 26 de mayo y el 1 de junio, el POOLred marcaba solo 32 operaciones comerciales, con 2.039 toneladas a granel en total, y un precio medio de 3,95 euros por kilo, si bien variaba por categorías: el virgen extra se situó a 3,98 euros/kg; el virgen a 3,85 y el lampante a 3,80 euros por kilo.

Sobre las últimas estadísticas que difunde el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), el aceite de oliva virgen cotizaba entre el 29 de mayo y el 4 de junio, a 392,50 euros/100 kg en Badajoz, a 398 en Ciudad Real; a 398,35 en Córdoba; a 394 en Granada; a 396,70 en Jaén; a 403,33 en Málaga; a 402,36 en Sevilla, a 400 en Tarragona y 396 euros/100 kg en Toledo.

Actualmente, los precios acusan la caída de la producción de la última campaña a nivel global, y se mantienen muy altos, lo que incluso provoca que los consumidores migren hacia el girasol.

la caída de la producción en España ha sido del 8% respecto a la campaña anterior, lo que representa más del 50% de la producción mundial

En la actual campaña 2016-17, disminuyó el 20% la cosecha oleícola global, de acuerdo con el seguimiento que hace el COI. España alcanzó 1.280.000 toneladas -refiere el organismo internacional- y, pese a que disminuye el 8% respecto a la campaña anterior, representa más del 50% de la producción mundial.

Italia y Grecia presentan una caída del 61% y 39%, respectivamente; Portugal disminuye alrededor del 30% y, el resto de países Miembros del COI, retroceden en su conjunto 7%. Turquía ha sido la excepción, con un 24 % más.

El consumo mundial será superior a la producción en un 13% durante la actual campaña de comercialización, ya que «la demanda del aceite de oliva no deja de crecer» y supera a la oferta en los dos últimos quinquenios, valora el Consejo Oleícola.

«El aceite de oliva es un producto que debido a sus propiedades nutricionales y beneficios para la salud está cada vez más presente en los hogares de todo el mundo», anticipa.

El COI resalta la buena evolución de las exportaciones a países terceros, ya que las importaciones desde países productores han crecido en los seis primeros meses de la campaña comercial (octubre 2016-marzo 2017) en un 39 % en Australia; 37 %, en Brasil; 19 %, en China; 4 %, en Japón; 2%, en Rusia; si bien caen el 7 % interanual en Estados Unidos.

España, que tiene la mayor cuota de mercado en casi todos estos destinos, fue la gran beneficiada por esta tendencia.

En todo caso, las próximas estadísticas referenciadas a partir de abril recogerán datos menos optimistas, y pueden representar un punto de inflexión, ya que los envasadores han apreciado una contracción de la demanda por los altos precios de la materia prima.

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