EFE.- Según han informado hoy el departamento de Agricultura y la asociación catalana de productores de fruta Afrucat, en concreto, se espera una producción de 206.340 toneladas de pera y 262.290 toneladas de manzana.

   Pese a ser unos datos superiores a la producción del año pasado, que estuvo marcada por los bajos rendimientos, el mal cuajado y por las inclemencias meteorológicas, se trata de unas cifras inferiores a las previstas inicialmente para esta temporada, que señalaban que se recogerían 24 millones de kilos de pera (un 11% más) y 40 millones de kilos de manzana (un 20% más).

   Esta reducción de las previsiones se debe a las cuatro granizadas que han tenido lugar los días 8 y 18 de junio y 10 y 13 de julio, que han afectado significativamente en la zona de Lleida a las comarcas del Segrià, Pla d’Urgell, Urgell, Garrigues y Noguera.

   Y es que la afectación en pera de las granizadas ha sido de 2.808 hectáreas, lo que representa un 27% de la superficie productiva de la provincia y de estas, 451 hectáreas tienen afectaciones superiores al 80%.

   En manzana han resultado afectadas 3.762 hectáreas, lo que representa un 57% de la superficie productiva de la provincia y de estas, 403 hectáreas tienen afectaciones superiores al 80%.

   El director general de Afrucat, Manel Simon y el director general de Agricultura y Ganadería del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural (DAAM), Miquel Molins, han coincidido en destacar la necesidad de proteger la producción frutal catalana frente las inclemencias del tiempo con el objetivo de minimizar las pérdidas económicas y de preservar los mercados.

   Según ha explicado Manel Simon, "hay ejemplos de países que un año de granizadas y pérdidas de producción los ha llevado a desatender clientes y a perder mercados que después cuestan mucho recuperar".

   Miquel Molins por su parte ha destacado la tarea que se lleva a cabo desde el DAAM para incentivar y minimizar el gasto en la implantación de redes antipiedra.

   Ambos han coincidido en destacar que las redes antipiedra no sólo disminuyen las pérdidas productivas sino que mejoran la calidad del producto, disminuyen las dosis de riego y favorecen la consolidación en el mercado.

   Simon y Molins también se han mostrado partidarios de solicitar al ministerio de Agricultura que ENESA no reduzca sus aportaciones a los seguros de la fruta, cosa que podría disminuir las contrataciones y afectar al potencial productivo de la zona.

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