La Generalitat prevé un incremento del 21,5% en la campaña de cítricos 2016/2017 de la Comunitat Valenciana respecto a la anterior, con una cosecha estimada de 3.885.539 toneladas. Esta segunda estimación de la campaña, realizada por el Servicio de Documentación y Estadística de la Conselleria de Agricultura, rebaja la efectuada en septiembre, que preveía 3.953.226 toneladas, un 23% más.

Ello se debe a la sequía, que disminuyó los calibres, y las lluvias torrenciales de noviembre y diciembre, así como a los bajos precios, que ocasionaron pérdidas millonarias a los agricultores, según ha recordado el responsable de cítricos de La Unió, Carles Peris.

El aforo citrícola que se presentó en septiembre de 2016 preveía, en general, una mayor cosecha de fruta que la campaña anterior, con una recuperación de la producción en relación a cosechas previas, esperándose una campaña normal en cuanto a rendimientos.

Estas estimaciones, que se realizan en agosto, son revisadas en el segundo aforo de cítricos con datos de las visitas posteriores a campo que se realizan entre finales de octubre y principios de febrero, fechas más próximas a la recolección, con el fin de corregir desviaciones en las estimaciones de cosecha en las variedades más tardías.

En la primera parte de la campaña, hasta diciembre, los precios «no acompañaron» con pérdidas estimadas de 131 millones

Las primeras previsiones estaban hechas sobre un inicio de campaña donde la floración había sido normal, aunque la falta de lluvias y las temperaturas elevadas, unido al mayor espaciado entre riegos, que se produjo en algunas zonas, provocó la necesidad de realizar varios aclareos para facilitar el engorde de la fruta en el árbol.

En este sentido, los más importantes se dieron en Satsumas, clementinas tempranas y en Navelinas, lo que provocó que se redujeran las estimaciones iniciales de cosecha en el conjunto de la Comunitat Valenciana, pero posteriores visitas al campo han revelado que las lluvias puntuales del pasado mes de octubre mejoraron el calibre de la fruta y elevaron en general las previsiones de cosecha de las variedades de media estación y tardías.

De esta manera, este segundo aforo de cítricos recoge incrementos de cosecha en relación a la primera estimación en todos los híbridos con la excepción de la Clemenvilla, en Clementinas de media temporada, con la salvedad de la Clemenules, y en Hernandinas, así como en Naranjas late y Valencia late.

En la primera parte de la campaña, hasta diciembre, los precios «no acompañaron» y las inclemencias climatológicas hicieron perder unas 600 toneladas que se quedaron en el campo. Según Peris, se han constatado que las pérdidas estimadas de 131 millones en esa primera parte de la campaña fueron «una valoración justa».

La segunda parte de la campaña ha ido mejor y se ha desarrollado «con normalidad», aunque «no ha servido para recuperar la gran pérdida de la primera parte», ha señalado Peris, tras recordar las pérdidas también en jornales que se produjeron en la primera parte de la campaña citrícola.

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