La superficie destinada al cultivo del maíz en Extremadura se sitúa este año en torno a las 50.000 hectáreas, un número similar al registrado el pasado ejercicio, pero 10.000 menos que hace dos años, y en un momento en el que los precios se mantienen en relación a los del año pasado, tras campañas de importantes descensos.

Estos datos han sido aportados a Efe por el presidente de la organización agraria COAG Extremadura, Juan Moreno, quien ha indicado también que este cultivo se ha encontrado además con unos meses «óptimos» desde el punto de vista climatológico, lo que permite realizar las siembras sin problemas.

La inexistencia de problemas de riego en los próximos meses, según lo trasladado por la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), posibilitará obtener buenos datos de producción «si no se producen grandes tormentas primaverales que puedan afectar».

En este sentido, se prevé que la producción sufra menos sobresaltos respecto al año pasado, cuando «tras una gran sequía en otoño de 2017 se produjeron después importantes episodios de lluvias durante la primavera, lo que llevó a que las tareas de siembra fueran tardías».

el principal factor que condiciona el número de hectáreas dedicadas al maíz son los precios, que se mantienen en relación al año pasado

«Este año acontece todo lo contrario, pues aunque hay episodios de lluvias las labores de siembra se han podido realizar sin problemas, de igual forma que ha sucedido con el tomate», ha manifestado.

Moreno ha explicado que el principal factor que condiciona el número de hectáreas dedicadas al maíz son los precios y, a este respecto, «éstos se mantienen en relación al año pasado, por lo que se ha apostado por un número de hectáreas similar».

Sin embargo, los precios «también continúan similares respecto a valores de hace 30 años», lo que lamentan los agricultores.

Esta circunstancia ha hecho que muchos de ellos hayan decidido en los últimos años recurrir a otros productos con más rentabilidad (olivar y almendro) en detrimento del maíz, de igual forma que ha acontecido con otros cultivos similares como el tomate o el arroz.

Para Moreno, esta estrategia «es un error» a tenor de la situación de precios a la baja que experimenta ya el aceite, y algo que podría ocurrir en el caso de la almendra en el futuro pues «conviene recordar que las cotizaciones se marcan en mercados internacionales».

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