El proceso no termina ahí, puesto que tras dos meses en el núcleo se produce la suelta de animales y con ella la vida en libertad, que no supone problema para las crías ya que continúan adquiriendo conocimientos del macho que las ha adoptado. Un sistema que está elaborado con materiales reciclados, por lo que se adapta perfectamente al medio natural, y que permite que la tasa de supervivencia de las perdices de granja que se sueltan en el campo se multiplique por tres en el peor de los casos.

    Un proyecto de investigación respaldado por la UCAV que es bien recibido por el mundo cinegético, y que forma parte del programa de prototipos orientados al mercado T-CUE 5, promovido por la Junta de Castilla y León. A ello se suma el premio de mejor proyecto fin de carrera con carácter emprendedor que Dionisio Grande recibía del Colegio y Asociación de Ingenieros de Montes.

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