La designación de Mersch fue el primer punto en la agenda de los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) en la cumbre extraordinaria sobre el presupuesto plurianual para 2014-2020 y fue aprobada por mayoría cualificada.
Mersch asumirá su cargo el 15 de diciembre con cinco meses de retraso.
   El Gobierno español decidió el pasado 5 de noviembre bloquear el nombramiento del gobernador del Banco Central luxemburgués, Yves Mersch, como nuevo miembro del BCE porque quería "debatir el nombramiento de un puesto tan importante a nivel del Consejo Europeo y no adoptarlo por el trámite del procedimiento por escrito".
   Fuentes diplomáticas españolas dijeron entonces a Efe que España tenía "otras muchas razones", de las que "una de ellas" era que, con la futura unión bancaria y la creación de la figura del supervisor único, "las funciones del BCE se ampliarán" y con ello cambiará el perfil de los miembros de ese comité.
   El ministro español de Economía, Luis de Guindos, afirmó recientemente en Bruselas que España "no renunciaría nunca" a obtener un puesto en el comité ejecutivo del BCE, pero tras la aprobación hoy del nombramiento de Mersch, ha perdido definitivamente la silla que tuvo en la entidad monetaria.
   En julio pasado los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona y del conjunto de la UE recomendaron de forma oficial el nombramiento de Mersch para ocupar en los próximos ocho años el puesto que hasta entonces mantuvo el español José Manuel González-Páramo.
   España aspiraba a ocupar un puesto en el comité del BCE por tercera ocasión tras catorce años de presencia en ese comité, desde que en 1998 accediera al cargo Domingo Solans, que fue sustituido por González-Páramo en el periodo de 2004-2012.
   Para ese puesto era candidato el director del servicio jurídico de la entidad, Antonio Sáinz de Vicuña.
   El pleno de la Eurocámara ya rechazó el pasado 25 de octubre el nombramiento de Mersch en protesta por la ausencia de mujeres en las altas instancias de la autoridad monetaria, una postura que no era vinculante para su designación definitiva.
   La presidenta de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Sharon Bowles, lamentó hoy la decisión de los líderes, que ignoraron a los eurodiputados, al afirmar que Mersh estará en el BCE "sin un mandato democráticamente establecido".
   "Hoy, los líderes han enviado una clara señal de cuál es su idea de un proceso democrático: Una herramienta que se mantiene sobre la forma pero que se desecha cuando las verdades son inconvenientes", señaló en un comunicado.
   Para Bowles "la decisión socava y desacredita el trabajo en marcha para que la gobernanza económica de la UE tenga que rendir más cuentas democráticamente".
   "La opinión pública no aceptará transferencia de poder hacia la UE en temas económicos si no se le garantiza que los que tengan esos poderes no respondan ante los ciudadanos", afirmó la parlamentaria.
   La eurodiputada británica exigió además a los países que hagan de la diversidad de género una prioridad cuando desarrollen la hoja de ruta de la nueva arquitectura de la eurozona y que elaboren un plan para incluir a las mujeres en los bancos centrales.

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