De cara a la reunión europea, Le Foll explicó que ambas ideas forman parte de una petición conjunta, acordada con el titular británico, Owen Paterson, a la vez que el ministro defendió los controles realizados en Francia a la carne en productos procesados que, aseguró, "no han disminuido, ya que en ningún momento hemos bajado la guardia".

   Asimismo, consideró que lo importante de la reunión en Bruselas será el debate" entre los países afectados por el escándalo y pasar revista a las investigaciones.

   Por su parte, el ministro francés de Consumo, Benoît Hamon, explicó que Francia desea "que la reglamentación europea evolucione para que el origen de la carne figure en el etiquetado. Vamos a hablar de la trazabilidad, de la importancia de conocer el origen de la carne en los productos procesados", explicó Hamon, que indicó que para ello habrá que "hacer un trabajo de convicción" sobre la Comisión Europea.

   Francia adelantó esta semana que propondría a sus socios europeos imponer obligaciones sobre la trazabilidad de la carne en las etiquetas de los platos preparados. Se trataría de extender a los platos preparados algunas de las reglas que ya existen para la venta de carne con el objetivo de que se pueda seguir el rastro y conocer dónde se crió el animal, dónde se sacrificó y dónde se produjo la transformación.

 

 

 

Debate español   

       Aunque la polémica sobre el uso de carne de equino en hamburguesas y platos preparados no ha alcanzado a España con la misma intensidad que en otros países europeos, a nivel nacional la polémica también está servida, al asegurar la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que "se reafirma" en que "se ha detectado ADN equino en productos cárnicos en España, en contra de lo que ha asegurado el ministro de Agricultura, Arias Cañete", a quien acusa de "ignorar y despreciar a los consumidores".

    Según han señalado en un comunicado, la información "que obra en poder del titular de la cartera de Agricultura, proporcionada por la OCU, demuestra que nuestro país no es una isla en el fraude del etiquetado de productos cárnicos".

    "No es de recibo que, sin ofrecer ninguna prueba, el ministro de Agricultura pretenda que se dé credibilidad a su afirmación de que en España no se ha detectado presencia de carne de caballo en los productos de carne picada", ha resaltado.

   Para la OCU, "el tema va más allá" de si las hamburguesas, las lasañas o cualquier otro producto están hechos con carne de caballo. "Se trata de un absoluto desprecio, no sólo a la OCU, sino lo más importante, a todos los consumidores", ha precisado.

   La respuesta del MInisterio no se ha hecho esperar y ha reiterado, en relación con las hamburguesas en las que según la OCU ha encontrado ADN de caballo, que se trata de un fraude de etiquetado, no de seguridad alimentaria.

    Según han indicado a Efeagro fuentes del Magrama, los controles sobre esta cuestión los llevan a cabo las comunidades autónomas y que "hasta la fecha, ninguna ha comunicado que haya detectado algún problema".

     En relación a la reunión convocada en Bruselas para tratar este tema -que inicialmente se detectó en Reino Unido y que también ha afectado a Francia-, han precisado que inicialmente se invitaron a los responsables de consumo de los países afectados, aunque luego se ha abierto la convocatoria a otros países.

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