La Unión Europea (UE) adoptó este viernes 1 formalmente la prolongación, por seis meses, de las sanciones económicas contra sectores específicos de la economía rusa, ante la falta de aplicación plena de los acuerdos de Minsk. Esto conlleva que durante este periodo se mantendrá el veto ruso al sector agroalimentario europeo.

Las sanciones tendrán una vigencia hasta el próximo 31 de enero de 2017, señaló el Consejo de la UE en un comunicado.

Estas medidas fueron introducidas el 31 de julio de 2014, inicialmente por un período de un año, en respuesta a las acciones emprendidas por Rusia que suponían la desestabilización de la situación en Ucrania, y se reforzaron en septiembre de ese año.

Los sectores concernidos son las finanzas, la energía y la defensa, así como el ámbito de los productos de doble uso. El 19 de marzo de 2015 el Consejo Europeo acordó vincular la duración de las sanciones a la plena aplicación de los acuerdos de Minsk, prevista para el 31 de diciembre de 2015.

Merkell y Hollande defienden que «lamentablemente» no quedaba otra solución que prolongar una vez más las sanciones y el veto

Dado que los acuerdos de Minsk no se aplicaron plenamente a 31 de diciembre de 2015, el Consejo ha prorrogado las sanciones hasta el 31 de julio de 2016.

Una vez evaluada la aplicación de los acuerdos de Minsk, el Consejo ha decidido ampliar la duración de las sanciones otros seis meses más, hasta el 31 de enero de 2017.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, informaron a los demás socios comunitarios sobre la aplicación de los acuerdos de Minsk en la última cumbre europea de esta semana, y la política germana explicó en la rueda de prensa posterior que «lamentablemente» no quedaba otra solución que prolongar una vez más las sanciones contra Rusia.

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