Ahora, el Magrama promulgará una norma de comercialización que recoja esa destilación obligatoria que consistirá en una retirada definitiva del mercado de la citada cantidad de vino, pero para destinarlo a usos industriales (biocarburantes).

      Según UPA, las alcoholeras han indicado en el encuentro que para ellas no resultaría rentable destilar estas cantidades de vino en estas condiciones, por lo que deberían "pedir dinero" a las cooperativas y bodegas para poder eliminar esos excedentes. Para UPA, ni cooperativas ni bodegas recibirán beneficio económico por el producto que manden a destilar e, incluso, deberán en algunos casos aportar dinero para que les retiren el producto.

     Queda por desarrollar qué bodegas y cooperativas tendrán que llevar a cabo esta destilación obligatoria, que serán las que tengan existencias por encima de unos niveles a 31 de este mes y, en la práctica, será el sector manchego sobre el que recaiga esta medida, aunque no descarta que pueda afectar a otras comunidades.

   Inicialmente, la medida se hará obligatoria para aquellas cooperativas que tengan un rendimiento superior a 80 hectolitros por hectárea según la media de las últimas cuatro campañas y que tengan unos determinados niveles de existencias considerados excesivos en las fechas próximas a la publicación del Real Decreto ministerial.

COAG: "No ha habido otra que aceptar" y avisa que deberá haber una regulación


    
El responsable de vino de la organización agraria COAG, Alejandro García Gasco, ha afirmado que "no ha habido otra" que aceptar la destilación de vino sin ayudas que proponía el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) para eliminar excedentes.

    El responsable de COAG ha señalado que queda por decidir el calendario de entrega de ese vino que se destilará y planificar los trabajos de las destiladoras, a las que se les amontonará el trabajo, porque coincidirá con la actividad que en este mismo ámbito realicen durante la próxima vendimia.

     García-Gasco ha recordado que COAG defendía una destilación extraordinaria o de crisis con ayudas públicas, pero ante la negativa del Magrama de aceptar esta posibilidad, que también permite la normativa de la Comisión Europea, el sector se quedaba sin alternativas para eliminar los excedentes de vino.
    
      Ante la negativa del MInsterio, el sector no tenía más opciones para eliminar un porcentaje de vino de forma permanente mediante una destilación con destino a usos industriales (como los biocarburantes). "Se ha visto además la disposición del sector alcoholero a sufragar algo el coste de esta destilación", ha subrayado.

      No obstante, ha reconocido, que es necesario adoptar otras medidas de autorregulación sectorial en el medio y largo plazo.

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