Y aunque la mayoría de los consejeros no han dudado en dejar claro que se acercan a esta reunión con voluntad de diálogo, también lo es que lo hacen con unas pretensiones que, a priori, van a ser complicadas de cumplir. Y el mejor ejemplo, aunque hay muchos, pueda ser la postura andaluza (donde, por cierto no ha habido consenso con el PP, sino sólo con las organizaciones agrarias) que ha dejado claro que se opone a esta PAC y que votará en contra si no sale con los 2.000 millones de euros anuales que está cobrando actualmente.  

   Y como en esta pelea no hay colores políticos inicialmente (otra cosa es si posteriormente los partidos, y en especial el PP como principal fuerza en la mayoría de las CCAA, llama al orden a sus barones) las posturas  de partida son excesivamente claras, como sucede en Aragón cuyo consejero asume que va con "un mandato único" para que la comunidad aragonesa no salga perjudicada o la ‘díscola’ Castilla y León que afirma que acude a Madrid con el objetivo de mantener los cerca de 1.100 millones de euros que recibe anualmente la Comunidad de la PAC, con un reparto por comarcas agrarias y sectores en el que se tengan en cuenta las singularidades del campo castellano y leonés.

El dinero, para los agricultores, no para las autonomías

   Y ante este tipo de postura el consenso es difícil, en especial cuando el ministro, Miguel Arias Cañete, ha dejado claro que el dinero “no es para las autonomías, sino para los agricultores y ganaderos”, lo que conlleva implícitamente un deseo de que la discusión no se centre en cuánto se lleva cada autonomía, sino en apostar porque ningún profesional del campo salga perjudicado de esta negociación y en políticas que vayan más allá de las propias CCAA y tengan un carácter supraautonómico,, de ahí esas apuesta por las comarcas, que no deben coincidir obigtariamente con una sola región.

    Quizás por eso, todos los presentes en la reunión de hoy y mañana sepan que sólo se trata de una toma de contacto, de marcar posiciones y de esperar a septiembre, como malos alumnos, a ver qué sucede con las decisiones de esos cinco grupos de expertos que deberán definir las principales dudas planteadas el pasado martes en la reunión  del Comité Asesor Agrario por parte de las organizaciones agrarias.

   Por eso, tal vez, y pese a las declaraciones que surjan tras los primeros encuentros, todas las comunidades saben que sus ‘cartas a los Reyes Magos’, fruto del consenso político, no dejan de ser eso, simples deseos en manos de ‘papá’ ministro. Y Miguel Arias Cañete no viene a repartir dinero y contentar a todos, sino a determinar una nueva política agraria para este país. Y ante eso no los acuerdos autonómicos sirven de muy poco.

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