EFE.- Las cooperativas agroalimentarias de Castilla-La Mancha estiman para esta campaña una producción de albaricoque en la comunidad de unas 650 toneladas, un 94% menos que en la campaña pasada, en lo que califican la peor cosecha de la historia.

Según explican en un comunicado, ello se debe a las incidencias meteorológicas y en concreto por las intensas lluvias caídas en el momento de la floración y el pedrisco del 7 de mayo.

Por ello, "la cosecha será la más baja de la historia", situándose en torno a las 650 toneladas, cuando en condiciones normales la cosecha de albaricoque en Castilla-La Mancha se sitúa entre las 15.000 y las 16.000 toneladas.

A este descenso de la cosecha hay que añadir los daños ocasionados en el melocotón amarillo por el pedrisco del 7 de mayo, ya que en torno al 50% de las plantaciones sufrieron los daños de la piedra, ocasionando unas pérdidas de entorno al 30 % en el conjunto de la producción.

Según las estimaciones realizadas por Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, la previsión de cosecha para esta campaña 2011 habla de 5.500 toneladas de pavia (melocotón amarillo), 650 toneladas de albaricoque y 900 toneladas de ciruela.

En total, habrá 7.050 toneladas de producción de frutas de hueso en toda la región, un 61,3% menos que en la campaña 2010.

Las incidencias meteorológicas han ocasionado una merma en albaricoque de unas 11.350 toneladas por un valor aproximado de seis millones de euros y en melocotón una reducción de 1.650 toneladas por un valor de aproximado de 0,66 millones de euros.

Las cooperativas de Castilla-La Mancha dedicadas a la producción de albaricoque verán cómo su actividad económica baja en torno al 30-40% de lo habitual, debido a la cortísima cosecha de esta fruta, ya que es el producto mayoritario de estas empresas, al representar en torno al 60% del volumen total del negocio.

Esto provocará que los costes fijos supongan un grave problema para el mantenimiento de estas estructuras empresariales, que además se verá agravado por la baja cosecha y el bajo precio de los últimos años.

A estas mermas de producción hay que añadir el impacto socioeconómico, ya que suponen unos 22.700 jornales de trabajo menos en la zona, lo que se traduce en 650 empleos menos en la campaña de fruta de hueso.

Ante esta situación, Cooperativas Agro-alimentarias considera imprescindible que se articulen medidas para aliviarla, ya que en caso contrario dichas cooperativas se verán abocadas al cierre de sus instalaciones al no poder atender los gastos fijos y pagos pendientes que tienen comprometidos.

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