Para intentar acabar con estos desequilibrios, en 2014 ha entrado en vigor la Ley de mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria, que esperamos que en 2015 tenga resultados tangibles. Desde el 3 de enero es obligatorio formalizar contratos por escrito, antes de la entrega de la producción, determinando el precio del producto y plazos de pago,  erradicando así la ‘venta a resultas’, tan extendida en el sector agrario. Es destacable la actuación de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), que surge con la puesta en marcha de esta ley para perseguir y sancionar las prácticas comerciales abusivas. En 2015 trabajaremos de forma intensa  trabajando intensamente en la elaboración del Código de Buenas Prácticas. En ese sentido, dee COAG se reclama "valentía al Magrama para apostar por un código que prohíba el uso de productos reclamo o la venta a pérdidas, incluya la figura de un mediador con suficientes competencias, que priorice los productos de temporada y de proximidad,  y obligue a respetar los plazos de pago de 30 y 60 días para productos perecederos".

Un año con más sombras que luces

     Para la organización agraria, se cierra un año "con más sombras que luces, marcado con la aprobación definitiva de una PAC  perversa para los verdaderos profesionales agrarios, las pérdidas provocadas por el veto ruso y  una dañina volatilidad de precios". La entrada en vigor de la mencionada Ley de mejora de la cadena alimentaria y la rebaja del impuesto especial de electricidad para regadío, ponen la nota de color.

      En uhna nota donde se detallan y se anlizan los principales hechos de este 2014, COAG resalta en rimer lugar la aplicación de la reforma PAC. Así, la organización ha mostrado su "indignación y decepción ante las modificaciones de última horas introducidas por el Ministerio de Agricultura a instancias de la Comisión Europea. Las excepciones que recoge el texto final facilitarán cobrar las ayudas a titulares no activos,  que en principio iban a ser expulsados del sistema en base al no cumplimiento del nivel de ingresos mínimos provenientes de las actividad agraria que recoge la definición de agricultor activo (20%). Se abre así la puerta a caza-primas, absentistas, grandes propietarios de tierra e incluso cotos de caza, que no tienen actividad agraria rea"l.

     “Se han tirado por tierra todas las expectativas que se habían generado respecto a una reorientación de la PAC a favor del `agricultor activo´ y de un modelo social y profesional agrario, sostenible y de futuro para nuestro país”, ha lamentado Miguel Blanco, a lo que ha añadido: “A nivel general se consolida una Política Agraria Común que profundiza en la eliminación de los mecanismos de regulación del mercado, caldo de cultivo para la volatilidad de precios, fenómeno que lastra la rentabilidad de las explotaciones y frena la innovación”.

Baja la renta y suben los costes

     Otro capítulo importante es el de los precios a la baja y los costes con tendencia al alza. La renta agraria en términos corrientes ha disminuido un 7,1% en 2014 tal y como recoge la primera estimación publicada por el Magrama. Por eso, el informe recoge un recorte del valor de la producción agraria total del 3,9%, fundamentalmente por una caída del 6,2% en los precios a pesar del aumento de la producción del 2,4%. Por sectores, destacan las pérdidas de valor de patata (-41,3%), vino y mosto (-41,0 %), cereales (-20,8 %), frutas (-13,0 %) y plantas forrajeras (-10,5 %).

       Tampoco COAG deja de lado el efecto que ha tenido el veto ruso. El anuncio del embargo ruso irrumpió de lleno en plena campaña de exportación de fruta de hueso. Durante ese periodo, las cotizaciones en origen "se desplomaron un 75% y los productores de melocotones, nectarinas y ciruelas, fundamentalmente de Aragón, Cataluña y Extremadura, tuvieron que afrontar grandes pérdidas. Se estima que un entre un 20-30% de la producción no pudo enviarse a destino".

     Asimismo, cree que las medidas extraordinarias puesta en marcha por la UE "no tuvieron el efecto deseado porque fueron tardías e insuficientes y las comercializadoras de las principales zonas de producción pasaron olímpicamente de acogerse a las medidas de retirada de producto".  De igual forma recuerda cómo el efecto dominó del veto ruso también ha pasado factura los productores de porcino, que han soportado una caída de precios por debajo de los costes de producción en segundo semestre.

     Por último, COAG hace referencia a la reducción fiscal. Así reconoce que entre lo más positivo, destaca la exención del 85% del impuesto especial de la electricidad para los regantes, definitiva y estructural, para compensar el incremento de costes por la nueva tarificación eléctrica. "Fruto de la mesa de negociación con el Ministerio de Agricultura, una explotación media tendrá un ahorro de 650 euros en su factura. También se ha conseguido mantener el régimen de cotización de módulos para el el sector agrario en la reforma fiscal aprobada por el Gobierno, una buena noticia para agricultores y ganaderos", señala la organización..

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