Las exportaciones de aceite de oliva y aceituna en Andalucía se han situado, entre enero y octubre de 2017, por encima de los 2.900 millones de euros, una cantidad récord que supera, incluso, la cantidad dejada en la balanza comercial de la comunidad autónoma por las ventas de este producto en todo el año 2016. Con esta «muestra ineludible de liderazgo y empuje» ha abierto el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, la octava reunión del Consejo Andaluz del Olivar, donde ha resaltado la trascendencia de «un cultivo que define nuestra economía, nuestro paisaje y la cultura de nuestra tierra, que fija la población en nuestros pueblos y que aporta alrededor de un tercio del empleo agrario de la región».

Sánchez Haro ha puesto en valor «el dinamismo y el carácter emprendedor» de un sector como el del aceite de oliva y aceituna que ha alcanzado en el año que acaba de concluir un valor de producción de más de 3.800 millones de euros, lo que equivale a cerca del 30% de la facturación total agraria andaluza.

La Junta aboga por avanzar en materias como la innovación y la promoción, mejora de la competitividad, la seguridad alimentaria o la sostenibilidad

Esto es resultado, a juicio del consejero, de «una fuerza exportadora que nos lleva a ganar mercados, por delante de potentes competidores como Italia, y a liderar destinos como Estados Unidos, China, Taiwán, Japón, Francia, Reino Unido, Bélgica, Holanda o India». Con Japón, por ejemplo, se han cerrado transacciones por un importe de casi 91 millones de euros, un 23% más que el volumen de negocio con este país de todo el ejercicio 2016, desde enero hasta diciembre.

La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, según ha expuesto su titular, «acompaña al sector del aceite de oliva y aceituna en su esfuerzo por llegar más lejos, para ganar dimensión y establecer alianzas», un punto en el que Rodrigo Sánchez ha dedicado un apartado especial a las entidades de economía social, «que tienen un gran arraigo en el territorio y contribuyen a un mejor reparto de la riqueza».

Con estos objetivos, ha explicado, el pasado año se pusieron en marcha el Decreto de Entidades Asociativas Prioritarias de Andalucía, la ayuda para el fomento de la integración, fusión o constitución bajo un presupuesto cien por cien autonómico de 3,3 millones de euros o los nuevos criterios para la modernización de industrias, que ponen por delante la dimensión y la incorporación de jóvenes y mujeres.

Junto a todo ello, Sánchez Haro ha abogado por la importancia de avanzar, además, en materias como la innovación y la promoción, para mejorar la competitividad, la seguridad alimentaria, la sostenibilidad, afianzar nuestra posición internacional y, en definitiva, generar mayor valor añadido». De ahí, como ha continuado, el apoyo del departamento que dirige a la creación de los Grupos Operativos de Innovación y la reciente concesión de más de dos millones de euros a once proyectos relacionados con el olivar y sus productos.

«Hablamos de valorización de residuos, mejora de la eficiencia de las almazaras, armonización de paneles de cata o el uso de nuevas tecnologías en el cultivo», ha detallado. De igual modo, el sector del aceite de oliva y aceituna cuenta con 600.000 euros para la promoción de los aceites y aceitunas de calidad andaluces en Europa, «para transmitir sus cualidades en unos mercados cada vez más exigentes».

Apoyo de más de 300 millones y lucha decidida contra la Xylella

El compromiso con el sector es, en palabras del titular de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, «inequívoco». Andalucía es la única comunidad autónoma que ha incluido, dentro del Programa de Desarrollo Rural (PDR), un subprograma temático para el olivar que, con la reserva de un presupuesto específico de más de 300 millones de euros, «se encuentra a pleno rendimiento». De hecho, la Consejería ha puesto ya a disposición del sector, mediante la publicación de convocatorias, hasta 230 millones de euros, el 77% de lo previsto para todo el marco comunitario, y, «de ellos, 185 millones están ya comprometidos, tienen ya nombre y apellidos», ha apostillado Sánchez Haro.

De igual modo, la Consejería ha puesto toda la experiencia y el potencial investigador y de transferencia del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa) al servicio de los retos del olivar a través de seis líneas de investigación, seis de sus centros y una superficie experimental de 200 hectáreas. En 2017 se llevaron a cabo 153 acciones formativas que, con un total de 4.300 horas lectivas, abarcaron a 3.400 alumnos. También se ha puesto en marcha una decena de convenios de colaboración enfocados al sector.

Otro de los «grandes desafíos» es la lucha para prevenir y, en su caso, atajar la aparición de la Xylella fastidiosa en la comunidad autónoma. Se han tomado, como ha anotado Rodrigo Sánchez Haro, más de 6.600 muestras en todo el territorio andaluz, un «esfuerzo de control sin precedentes que nos ha llevado a estrechar el cerco sobre viveros, explotaciones, puertos y parques y jardines». La buena noticia, a juicio del consejero, es que todos los resultados obtenidos hasta ahora han sido negativos.

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