EFE.- El Departamento de Agricultura de Estados Unidos actualiza mañana sus cálculos de cultivos y, como consecuencia de las inundaciones de este año, los analistas esperan una reducción del 1,6 % en las plantaciones de maíz.

Hace tres meses el Departamento de Agricultura calculó que en esta temporada los agricultores estadounidenses plantarían maíz sobre 37,3 millones de hectáreas.

La mayoría de expertos cree que, tras las inundaciones que han anegado tierras de cultivo desde Dakota del Norte a Arkansas, las plantaciones de maíz cubrirán este año 36,67 millones de hectáreas lo que empujará al alza los precios debido a la creciente demanda del grano para el ganado y para la producción de etanol.

Si los cálculos del Gobierno están dentro de las previsiones de los analistas, la reducción de cultivos en esta ocasión será la más grande desde 1995.

Vastas regiones del valle del río Ohio y Dakota del Norte han recibido en los últimos tres meses el triple de las lluvias normales. En mayo, la crecida del río Misisipi llegó a niveles sin precedentes, y millones de hectáreas de tierras agrícolas quedaron bajo el agua en el Medio Oeste.

Ya el pasado 10 de junio el precio de futuros del maíz para entrega en julio alcanzó el precio inusitado de 314,86 dólares por tonelada (7,9975 dólares por bushel) en el Chicago Board of Trade, y los contratos a futuro cayeron luego porque la crisis de la deuda en Grecia alentó a los inversores a vender sus contratos de materias primas.

Pero los contratos a futuro para entrega en diciembre siguen estando más de un 85 % más altos que los contratos de hace un año. En esto han influido la demanda sin precedentes de los productores de biocombustibles y el hecho de que los altos precios de la carne han convencido a los ganaderos de mantener sus hatos sin reducciones.

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