EFE.- La investigadora del Instituto de Ciencias del Mar (CSIC) Verónica Fuentes, que participa en este programa internacional, ha explicado a Efe que se han visto grandes cantidades de la medusa luminescente "pelagia noctiluca", especialmente tóxica, en la costa valenciana y catalana y que son "las más grandes" detectadas nunca en las campañas realizadas hasta el momento.

"Hemos visto bancos de varios kilómetros de extensión con una densidad de 30 ó 40 medusas por metro cúbico, que es muchísimo", afirma la investigadora que advierte que habrá que ver si finalmente estos bancos llegan a las playas.

"Las que hemos encontrado esta primavera son realmente muy grandes, lo que quiere decir que han tenido un buen periodo de alimentación durante el invierno para llegar al tamaño actual", asegura la bióloga.

La "pelagia noctiluca", una especie que realiza todo su ciclo de vida en el Mediterráneo, es una de las más tóxicas y urticantes de este mar y es también de las que generan mayor alerta cuando se encuentran en las playas.

Fuentes prevé que si las condiciones de viento les son favorables va a haber muchas "pelagias" en la costa mediterránea española este verano.

Aunque estudios previos apuntaban que en años de inviernos lluviosos hay menor presencia de medusas en la costa, no parece ser que este año vaya a ser así.

"Quizás no sea sólo la lluvia, sino que influye también la temperatura, pero no hay información suficiente para hacer predicciones certeras, no tenemos todavía la herramienta para hacer buenas predicciones, aunque estamos en ello", comenta la científica.

Además, han encontrado otros tipos de organismos urticantes, como la carabela portuguesa, otra especie tóxica que proviene del Atlántico y que, según explica Verónica Fuentes "este año se ha visto mucho en Baleares".

Las zonas donde más medusas se han detectado durante la campaña son concretamente Baleares, la costa de Barcelona, el Golfo de León y el estrecho de Mesina (Italia), aunque "se han visto prácticamente por todo el Mediterráneo".

Para intentar amortiguar el impacto de las medusas en las actividades humanas, han retomado una campaña de ciencia participativa en toda España para obtener la mayor cantidad de datos posible sobre la presencia de este organismo en las playas.

El objetivo es establecer mapas de riesgo por proliferación de medusas, y hacer un modelado espacial y temporal (movimientos y fechas) de la dinámica de estas especies.

Para obtener los datos se requiere a quienes avisten medusas que envíen esa valiosa información que se incorporará a una base de datos, con la que confeccionar el mapa de riesgos que será accesible al público por medio de la web o de una aplicación para móviles.

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