Ferrer ha explicado que la Unión Europea decidió elaborar esta normativa para aunar en un único reglamento el resto de textos legales que había al respecto y porque se hizo eco de la demanda de los consumidores de recibir más información sobre los alimentos.

    Uno de los aspectos que regula el nuevo reglamentos es el tamaño de la letra de las etiquetas, que nunca será menor de 1,2 milímetros de altura, mientras que la actual normativa no fija un mínimo y solo se especificaba que tiene que ser "legible".

País de origen  y lugar de trnasformación


   Las nuevas etiquetas también incluirán el país de origen de los productos, ya que en la actuales figura el lugar de la última transformación, con lo que, según José María Ferrer, "se esta escamoteando información al consumidor".

    Ha puesto como ejemplo unos pistachos que proceden de Irán o Turquía y que son tostados y envasados en España. "Con la actual norma ese producto es español, porque la última transformación se ha hecho aquí, pero con la nueva norma se especificará su origen".

    El jefe del departamento de Legislación de ainia ha indicado que otro aspecto "muy relevante" es que en el nuevo etiquetado será obligatorio incluir las características nutricionales del alimento, algo que en la actualidad es voluntario.

    "La Unión Europea, siguiendo la estela de los norteamericanos, se planteó que esta información debía ser obligatoria, porque es relevante", ha señalado José María Ferrer, quien ha indicado que en este caso se da a las empresa un dos años de carencia para aplicarlo, hasta el 13 de diciembre de 2016.

Se debe informar de los ingendientes de las bebidas alcohólicas


   Según Ferrer, con los actuales problemas de obesidad de la población a los consumidores les conviene saber qué están ingiriendo para fomentar una alimentación saludable. Las nuevas etiquetas también deberán resaltar la presencia de ingredientes que puedan ocasionar alertas, bien en letra negrita o con otro color.

    José María Ferrer ha explicado que se trata de una normativa abierta, por lo que en los próximos dos o tres años se prevé que se produzcan modificaciones o una evolución del reglamento.

    En este sentido, ha indicado que aunque con la actual normativa las bebidas alcohólicas no tiene que llevar la lista de ingredientes, en la que entrará en vigor en diciembre se plantea si sería necesario hacerlo y para ello prevé la elaboración de un informe.

    También los alimentos que se dispensen en establecimientos como restaurantes, comedores, centros de enseñanza u hospitales estarán sometidos a la nueva norma y, a solicitud del consumidor, tendrán que ofrecer la información del producto que sirven.

    En general los consumidores "no nos paramos a estudiar el etiquetado" de los alimentos que compramos, pero si nos preguntan qué nos gustaría que incluyera "no tenemos problemas en pedir que incluyan más información", añade.

Las empresas han tenido tres años para adaptarse


    Aunque la Unión Europea no ha concretado el importe económico que puede suponer este cambio de etiquetado, Ferrer cree que no debe implicar grandes cambios, ya que se han dado a las empresas "periodos transitorios generosos. La industria sabe lo que se le viene encima desde noviembre de 2011 y les han dado tres años para adaptarse".

     Además, las disposiciones transitorias de la norma señalan que los productos que estén etiquetados hasta el 12 de diciembre se podrán comercializar sin problemas hasta agotar las existencias.

     Por último, según Ferrer, aquellas empresas que no apliquen el reglamento en los plazos previstos serán sancionados por una infracción en materia alimentaria.

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