El director del IMIDA, Adrián Martínez, destacó que “la Región de Murcia es una de las comunidades más dinámicas en lo que a renovación varietal se refiere”. En este sentido, apuntó que “con los paraguayos o chatos se produjo un gran cambio que revolucionó las tendencias del consumo hacia las formas planas. Las nuevas variedades de platerinas son paraguayos sin pelo y lo que se está buscando son variedades que se adapten bien a las condiciones edafoclimáticas de la Región". Esto, añadió, “supondrá una nueva revolución, al igual que ocurrió con la uva sin semillas y la sandía sin pepitas”.

   Según los investigadores José Cos y Antonio Carrillo, el equipo de Hortofruticultura del IMIDA realiza numerosos cruzamientos todos los años para conseguir variedades que se adapten mejor, desde la costa hasta las zonas de Cieza y Calasparra. Se trata de variedades tanto de carne blanca como amarilla, con una coloración roja y buena dureza, que aguanten bien el transporte.

   Las primeras platerinas que se plantaron en la Región eran fruto de programas de mejora genética realizados en Francia e Italia. Sin embargo, muchas de ellas se están arrancando debido a su mala adaptación a las condiciones climáticas de la Región, ya que requieren muchas horas de frío.

Mejora genética

   Los programas de mejora genética que lleva a cabo el IMIDA en colaboración con Novamed S.L. han conseguido nuevas variedades mejor adaptadas a las condiciones edafoclimáticas de la Región y de gran calidad organoléptica.

   José Cos augura un futuro muy prometedor a las nuevas platerinas, cuyas primeras producciones se obtendrán el próximo año. En este sentido, apuntó que los investigadores mantienen el objetivo de mejorar el sabor, ya que eso resulta determinante a la hora de conseguir una masa crítica entre los consumidores que le otorgue un valor añadido a este producto.

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