Las industrias, "de forma artera", han estado instando al ganadero a firmar contratos por períodos de 1 ó 3 meses, frente al año que recomendaba el "paquete lácteo" en la UE, resaltan las fuentes.

    "Se les obliga a firmar un anexo del contrato en el que el productor renuncia a que la duración sea de un año", denuncia un dirigente agrario, estrategia que permitiría a la industria -asegura- variar la retribución a los ganaderos a su conveniencia.

    "Un socio de nuestra organización me comentó hace unos días que el químico (el inspector de la empresa láctea) le había apremiado a firmar el contrato a riesgo de no recogerle la leche", pese a que el productor le pidió tiempo para leerlo, argumenta la misma fuente.

    "Las condiciones son leoninas, pero recomendamos firmar porque la otra opción es que no se lleven la leche", añade.

    En algunos contratos -recalca- aparecen además conceptos como "prima", pero no específica a qué corresponde, con lo que la industria se asegura -matiza- unos precios de partida muy bajos.

     Desde la Unión Leiteira Galega (Ulega), José Vence recuerda que la crisis láctea no sólo se vislumbra en el cierre de granjas lácteas, sino también en las dificultades con los bancos. "Sabemos que el problema de impagos lo tiene mucha gente", detalla Vence, quien afirma que la incidencia es "altísima".

     2012 fue "el primer año en la historia en el que un kilo de pienso costó más que un litro de leche", situación que se mantiene, puesto que el gasto alimentario supera en 4 céntimos al ingreso.

    Junto a los piensos, se han encarecido mucho el gasóleo -precisa Vence- y la energía, y los gastos de gestión y seguridad social son también muy elevados, mientras que la leche se ha estado liquidando a 29 céntimos o menos pese a que producirla cuesta 36 ó 37 céntimos.

     La industria paga en España cinco céntimos menos que en Francia y, en Galicia, incluso se remunera entre 3 y 5 céntimos menos que en otras zonas, pese a tener el 40% de toda la producción del Estado.

     Desde Cantabria, el responsable sectorial de COAG, Gaspar Anabitarte, también constata los crecientes problemas de los ganaderos del lácteo con las entidades financieros, aunque no le han llegado casos de embargos a las granjas o sus bienes, quizás por la dificultad que tendría de encontrar compradores.

     Hay ganaderos "muy apretados y achuchados", que tienen problemas de morosidad e impagos acumulados, recalca también el secretario general de Xóvenes Agricultores-Asaja, Francisco Bello, si bien los socios no han comunicado en las oficinas de esta organización agraria que padezcan embargos o que vayan a padecerlos en breve.

    Desde el Gobierno central tranquilizan, porque se han producido avances: los precios en origen percibidos por los ganaderos han mostrado en diciembre un incremento desde 0,327 a 0,331 euros/litro.

    Además, trabajan en acuerdos con industrias y las empresas de la distribución para la mejora de la cadena de valor del lácteo y la transparencia de mercado a lo que se une la creciente concentración de la oferta que se está gestando de forma lenta pero paulatina.

    Así, las cooperativas españolas y las organizaciones agrarias están constituyendo diferentes organizaciones de productores lácteos (OPLs) para negociar los precios con la industria, en unos casos, o bien para vender el producto con mayor valor, en otros, lo que dará nuevas esperanzas a un sector que atraviesa por horas bajas.

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