EFE.- En un comunicado, el Ayuntamiento de la ciudad explica que sus servicios de limpieza están retirando de las playas cantidades importantes de medusas, consecuencia de una llegada «inusual» de esos animales a costa que afecta al norte de todas las islas.
Solo ayer por la tarde se retiró media tonelada de ejemplares de aguavivas (Pelagia Noctiluca), una especie de unos tres centímetros de tamaño, considerada de baja peligrosidad, pero que genera molestia a los bañistas, en forma de urticarias.
Hoy, jueves, los operarios municipales están trabajando desde las 6.00 horas en la retirada de medusas en la orilla de las playas de Las Canteras y El Confital y continuarán durante toda la jornada.
El protocolo que se aplica ante estos casos de afluencia masiva de medusas -consensuado por el Gobierno de Canarias, los cabildos, los ayuntamientos y las universidades- marca que estos animales deben recogerse de la orilla el mismo día y de manera manual.
Una vez retiradas, pueden emplearse tractores para remover la arena y eliminar el poder urticante de los restos de medusas.
El protocolo descarta utilizar redes fijas para frenar la llegada de las aguavivas, porque eso ocasiona daños a otros animales marinos que quedan atrapados accidentalmente en ellas.
En tierra, se emiten avisos constantes en las playas por megafonía o con banderas que desaconsejan el baño.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria recuerda que, en caso de sufrir una picadura de medusa, es conveniente acudir al puesto de socorro de la playa, lavar la zona afectada con suero fisiológico o, en su defecto, con agua de mar y quitar los restos de tentáculos con guantes o pinzas.
También es recomendable aplicar frío o hielo durante 5-15 minutos, evitando el contacto directo del hielo con la piel, poner antiséptico en la herida hasta que cicatrice y no exponer la zona afectada al sol.
En cambio, no es conveniente aplicar a la picadura amoniaco, orina o vinagre, ni lavarla con agua dulce y hay que evitar secar o frotar la zona afectada con toallas o arena.