En el debate abierto sobre la venta de leche cruda a la ciudadanía, se ha sumado ahora la Red Española de Queserías de Campo y Artesanas (QueRed), defendiendo este derecho como en numerosos países de Europa y «porque contribuirá a frenar el despoblamiento y a seguir manteniendo vivos los pueblos, los territorios y todo lo que ello conlleva. Y gracias a la producción de un alimento sanitariamente controlado».

QueRed recuerda que el Reglamento (CE) nº 853 en su artículo 10 punto 8.a, otorga a los Estados miembros la potestad de prohibir o limitar​ la puesta en el mercado en su territorio de leche cruda o nata cruda destinada al consumo humano directo. En España se permite la venta de leche cruda para consumo humano directo si se realiza desde un establecimiento autorizado con arreglo a dicho Reglamento, en otras palabras si se comercializa desde un establecimiento con “registro sanitario” como puede ser una quesería. No obstante, el Real Decreto 640/2006 prohíbe en España la venta directa de esa misma leche cruda si la realiza la ganadería al consumidor final o a establecimientos locales que suministran al consumidor final, aun cumpliendo los mismos o requisitos más exigentes.

Insisten en que otros países de la Unión Europea no discriminan sus ganaderías y de hecho está permitida la venta

Esta discriminación hacia las ganaderías «no tiene base científica ya que no existe ni una sola referencia probada que sugiera o corrobore que la venta desde la ganadería conlleva mayores riesgos. La leche que se vende desde un establecimiento con autorización europea (con “registro sanitario”), no recibe ningún tratamiento adicional y por tanto obligatoriamente tiene que provenir de una granja que cumpla con los criterios de higiene establecidos en el Reglamento (CE) Nº 853/2004», según asegura QueRed en un comunicado.

Asimismo, insisten en que otros países de la Unión Europea no discriminan sus ganaderías y de hecho está permitida la venta de leche cruda para consumo directo desde la ganadería, al menos en Alemania, Francia, Italia, Reino Unido (excepto Escocia), Irlanda, Bulgaria, Eslovenia, ​Lituania, Letonia​, Países Bajos, Polonia, Rumanía, Finlandia y Suecia (del resto de estados no disponemos de información, lo cual no quiere decir que la práctica no esté permitida). «Es por lo tanto una actividad común, reconocida y regulada por las autoridades competentes sanitarias de dichos países, que es en sí, lo que las autoridades competentes españolas están tratando con la elaboración de un proyecto de Real Decreto que incluye la posibilidad de venta de leche cruda desde las ganaderías. En dicho Real Decreto se incluyen otras medidas que están pendientes de ser reguladas en España desde que la normativa europea entrara en vigor en 2006, hace ahora 12 años», asegura QueRed.

De igual forma, las queserías inciden en que al igual que más de la mitad de los países europeos han regulado la venta de leche cruda desde la ganadería, también otros muchos han utilizado los instrumentos que las normas europeas ofrecen a las pequeñas producciones, «para evitar discriminaciones sin fundamento respecto al modelo imperante industrial. En España llevamos por tanto 12 años de retraso respecto a nuestros homólogos europeos, lo que significa también 12 años de desventaja de nuestras producciones tradicionales y artesanales respecto a las de otros países de la UE».

Para intentar corregir esta situación en el ámbito de las pequeñas queserías, nació la Red Española de Queserías de Campo y Artesanas (www.redqueserias.org) en 2013. Desde entonces trabaja para «mejorar la aplicación de las normas europeas en España y está participando junto al resto de organizaciones concernidas, en la elaboración del mencionado Real Decreto, que urge que sea aprobado a la mayor brevedad posible, teniendo en cuenta el retraso del que hablamos».

Finalmente, la nota de QueRed destaca que «desde luego es una buena noticia que finalmente España esté trabajando para permitir esta práctica regulada en la mayoría de Estados miembros. Es una buena noticia para las ganaderías porque podrán mejorar su rentabilidad.  Es también una buena noticia para los consumidores que deseen beber leche cruda, hervirla o elaborar sus propios elaborados lácticos. En definitiva es una buena noticia para la sociedad, porque contribuirá a frenar el despoblamiento y a seguir manteniendo vivos los pueblos, los territorios y todo lo que ello conlleva. Y gracias a la producción de un alimento sanitariamente controlado».

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