En efecto, eso mismo se refleja en el propio pabellón español en la feria, organizado por la Federación Industrial de Alimentación y Bebidas (FIAB) con apoyo del ICEX, que está formado esta vez por 63 empresas, lo que supone un 12,5 % más de participación que en 2013, cuando hubo 56.

     Como buen reflejo de la actividad española en el mercado chino, el 76% de las firmas que se presentan en Shanghái este año son de los tres subsectores alimentarios que más vende España en el gigante asiático: aceite de oliva (con 22 firmas, como en 2013), cárnicos (de 10 empresas en 2013 pasan a 12), y vinos (de 8 a 11).

     El resto de la presencia española se completa con otros productos, como pescado congelado y marisco, que también han aumentado su participación en la feria, o productos nuevos que se van incorporando al mercado chino, como caramelos, zumos, gazpachos y productos de pastelería.

Tras el éxito arrollador, empieza a ocupar su lugar natural


      Tras toda una década de fuerte expansión en China (las exportaciones del sector crecieron también un 18,8 por ciento entre 2003 y 2013, según la FIAB), los productos españoles empiezan a ocupar su lugar natural en el mercado chino y de ahí en gran parte que el crecimiento ahora empiece a ralentizarse.

     Eso coincide además con un creciente interés, por parte de grupos chinos del sector, por la posibilidad de aprovechar oportunidades de inversión en compañías alimentarias españolas, en la estela de la del grupo Shuanghui en el 36,99 por ciento de Campofrío llevada a cabo hace un año.

     "Detectamos muchas consultas de interés en el ámbito de inversores chinos que están buscando oportunidades en la industria agroalimentaria española", señaló Euba.

    "Estamos atendiendo muchas consultas, manteniendo reuniones, facilitando contactos", por lo que podrían estar en marcha posibles inversiones chinas en el sector, añadió.

Los chinos empiezan a ver que es mejor que inviertan ellos en España


      "Ese tipo de operaciones pueden ser muy positivas, porque además de significar una inyección de capital, seguramente van a abrir las puertas del mercado chino a grupos españoles, así que puede que estemos a las puertas de vivir el comienzo de una nueva etapa" en ese sentido, de colaboración entre firmas de ambos países, auguró.

     "El producto español cada vez encaja más en el mercado chino, porque cada vez se le conoce mejor, y se empieza a entender que los procesos productivos españoles son procesos de altísima innovación, de altísima calidad", destacó por su parte Paloma Martín, del área de Internacionalización de la FIAB.

     "Cada vez más, los importadores (chinos) tienen ganas de trabajar con España", resumió, lo que se ve también en que China sea ya el segundo mayor socio comercial de España fuera de la UE, y el octavo contando cada nación independientemente.

    De la misma manera, en productos cárnicos se está pasando de vender vísceras y despojos a cada vez más cortes de carne como materia prima para su procesado final en China, explicó a Efe John Hickin, director del área de exportación cárnica y de subproductos del grupo murciano El Pozo.

     China demanda cada vez más calidad y seguridad alimentaria, además de nuevos productos de consumo "gourmet", como el jamón y el ibérico.

     En vino su presencia sigue ganando terreno, indicó Martín, y en aceite de oliva sigue siendo el mayor exportador en el país, donde se percibe como muy saludable, recordó Wang Peng, delegado comercial de la cooperativa aceitera DCOOP, líder del mercado chino.

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