EFE.- En el marco de 44 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) que arranca hoy en Asunción, WWF invitó a expertos a una mesa de diálogo para abordar los impactos de la soja en Paraguay, cuarto exportador de los derivados de esa planta en todo el mundo.

WWF presentó un informe denominado «El crecimiento de la soja: impactos y soluciones», que expone datos actuales sobre la creciente producción de soja, además de información referente a la expansión de las zonas de agricultura y pastoreo hacia las áreas naturales en Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay.

En los últimos 50 años, la producción mundial de soja se ha incrementando hasta 10 veces, de la que el 80 % se destina a la alimentación de animales para el consumo humano.

«Sólo en Latinoamérica se siembran 46 millones de hectáreas de soja, siendo la principal causa del creciente consumo de carnes», manifestó la ONG en un comunicado.

Mientras que en Paraguay la producción de soja durante el 2013 fue de «más de 8 millones de toneladas», según datos de WWF.

«Esta acelerada expansión supone retos para el uso responsable de los recursos naturales», añadió.

En la mesa de diálogo para analizar el tema participaron representantes del sector productivo, gremios, asociaciones ambientales y organizaciones civiles, así como consultores independientes.

Los consultores presentaron sus aportes y propuestas para lograr un crecimiento sostenible a nivel económico, social y ambiental.

Según WWF, la expansión de la «frontera agrícola» en Paraguay ha dejado en «mínimos» la masa boscosa del país.

Por ello animan a pensar en un desarrollo económico conservando la naturaleza ya que en Paraguay el aumento del monocultivo ha hecho que la superficie de los bosques del país se haya reducido de 9 a 1,5 millones de hectáreas entre 1950 y 2004, según WWF.

El ingeniero agrónomo Luis Enrique Cubilla dijo que la situación de la floresta nacional es «la consecuencia del mal manejo de suelos y la siembra directa como solución al problema de la degradación de suelos, contaminación del agua y uso excesivo de agroquímicos».

Paraguay ha apostado en su crecimiento económico a la ganadería y la soja, que lo llevaron a un aumento del 13,6 % de su producto interno bruto (PIB) al cierre de 2013, tras una contracción de 1,2 % en 2012 debido a las malas cosechas.

La soja y la carne, las dos principales exportaciones de Paraguay, generan un 20 % de su PIB y la gran mayoría de sus exportaciones, pero solo contribuyen con un 2 % a los ingresos fiscales.

Asimismo, la bonanza de las cosechadoras no resulta necesariamente en un gran flujo de dinero para el Estado paraguayo, que es el que menos tributos recoge en América Latina, con solo un 12,3 % del PIB, según el Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (CADEP).

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