De escalar el conflicto en torno los paneles, "estos puestos están amenazados", añadió, para hacer votos a favor de una solución negociada entre Bruselas y China, ya que lo contrario sería como "cortarnos nuestra propia carne".

    La Comisión Europea (CE) decidió el pasado martes imponer aranceles a los paneles chinos por una media del 11,8% para paliar los efectos de las exportaciones de esa tecnología barata.

     Estos aranceles tendrán una vigencia de dos meses, tras los cuales se incrementarán, según los planes de la CE, que argumentó que con la medida se pretenden salvar unos 25.000 puestos de trabajo en Europa en el sector de la energía solar, lo que repercutiría sobre todo en los países mediterráneos, que curiosamente son los mayores exportadores de vino a China.

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